Estados Unidos de América

13 de Septiembre de 2002
57° Período de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas
Nueva York

Desde febrero de 1999 cuando comienza a ejercer la primera magistratura del Estado venezolano, el presidente Hugo Chávez Frías realiza un total de catorce (14) viajes a los Estados Unidos de América.

De estos viajes a la nación estadounidense siete (7) de ellos correspondieron a su participación en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (1999, 2000, 2001, 2002, 2005, 2006 y 2009).

De esta manera, en septiembre de 2002 en la décima ocasión en la que llega a territorio estadounidense en el ejercicio de la presidencia venezolana lo hace para participar en el 57° período de sesiones de la asamblea general de la ONU correspondiente a ese año.

Durante su intervención ratificó la condena del Estado venezolano contra los actos de terrorismo perpetrados en suelo estadounidense el año anterior.

Sin embargo, enfatizó la necesidad de un pronunciamiento “… igual de contundente, de las causas y los procesos que han convertido al mundo en una suma infinita de excluidos que han erigido en el mundo el reino de la injusticia, de la desigualdad y de la pobreza…”.

En el marco de la condena al terrorismo expresó que ésta debe acompañarse de la suficiente voluntad política para reconocer que el sistema económico internacional vigente venía generando cada día más miseria, desigualdad y desesperanza en los pueblos pobres.

Urgió por un proceso de toma de decisiones que permitiese acelerar la marcha en la batalla contra la pobreza.

Del mismo modo condenó con igual vigor lo que denominó otros tipos de terrorismo, refiriéndose al golpe de Estado en Venezuela del 11 y 12 de abril de ese mismo año.

Fue severamente crítico con las formas de terrorismo económico, policial y militar que se usaron contra la sociedad venezolana.

Denunció particularmente a los medios de comunicación social privados venezolanos los cuales se orquestaron en apoyo al golpe de Estado, y posteriormente silenciaron la reacción popular que revirtió la asonada.

Agradeció los gestos de solidaridad de las Naciones Unidas, y la condena de la comunidad internacional ante el golpe de Estado en Venezuela.

En materia del accionar internacional, hizo mención al rol desempeñado por la política exterior venezolana en el último año tanto al frente del G-77 + China como del G-15.

Así mismo, se refirió a la participación y representación de estas instancias en la cumbre de las Naciones Unidas sobre financiación para el desarrollo en Monterrey, México, y más recientemente en la cumbre mundial del desarrollo sostenible en Sudáfrica.

umbre mundial del desarrollo sostenible en Sudáfrica. Posteriormente en una rueda de prensa, realizada desde la misma ciudad de Nueva York, se pronunció por abrir un debate sobre el ejercicio del periodismo, tanto en el seno de las Naciones Unidas como de otros organismos internacionales, sobre el rol, que calificó de aberrante, de los grandes medios de comunicación social privados venezolanos, especialmente en el desarrollo del golpe de Estado de ese año.

De hecho se planteó hacer la propuesta al comité de información de la ONU, que a la sazón estaba presidido por Venezuela.

Por otro lado, en atención a los elementos del discurso del mandatario estadounidense George W. Bush sobre Iraq, además de rechazar las acciones militares sobre esta nación del medio oriente indicó que las mismas causarían un grave desequilibrio en el mercado petrolero internacional, por lo que anunció una reunión ministerial de la Opep.

El promedio del año del petróleo venezolano para esa fecha estaba en veintiún dólares con veinte centavos (U.S. $ 21,20) el barril, muy cerca de los parámetros de la banda fijada por la Opep entre veintidós (U.S. $ 22) y veintiocho dólares (U.S. $ 28) por barril; los cálculos indicaban que por cada millón de barriles diarios (1.000.000 B/D) que se inyectaran al mercado petrolero el precio disminuía dos dólares (U.S. $ 2).

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