República Argentina

4 y 5 de Agosto de 2008
Reunión Trilateral:
Luiz Inacio Lula da Silva
Hugo Rafael Chávez Frías
Cristina Fernández de Kirchner
Eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires
Curiosas Protestas en Bolivia

El lunes 4 de agosto de 2008, mismo día en que se arribaba al septuagésimo primer (71°) aniversario de la creación de la Guardia Nacional de Venezuela, posteriormente Guardia Nacional Bolivariana, Hugo Chávez Frías, llegaba a la República Argentina, por segunda y última vez durante el año 2008, y por décima cuarta (14ta) ocasión desde que asumiera la Presidencia de Venezuela, en febrero de 1999.

En la nación austral fue recibido en el sector militar del aeroparque metropolitano por el embajador Agustín Colombo Sierra, y antes de ser trasladado al Palacio San Martín, para sostener una reunión con los Presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, expresó su agradecimiento “…a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por haberme invitado a esta reunión trilateral muy importante, porque hemos retomado la conformación de una alianza a tres, lo que nosotros llamamos el eje central del bloque…”.

A su llegada a Buenos Aires, aseguró que Suramérica poseía todo lo necesario para convertirse en una potencia mundial en materia financiera, energética y agrícola. Por otra parte, se refirió a Petrocaribe como un mecanismo, a través del cual diecisiete (17) naciones del Caribe y Centroamérica poseían garantizado el suministro del petróleo necesario para su consumo en condiciones especiales de financiamiento que incluía, además, la posibilidad del pago de una porción de dicho suministro en bienes y servicios.  

En declaraciones efectuadas a los representantes de los medios de comunicación social, durante la que fue calificada como una visita de trabajo, el mandatario venezolano también expresó que se había retomado el proceso de conformación de una alianza del eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires, orientada al desarrollo de la región.

Así, instó a la consolidación de esta alianza para conformar lo que llamó “el eje central de Suramérica”. Al respecto, señaló: “…hemos llegado a tiempo (para) una reunión trilateral muy importante. Hemos retomado el proceso de conformación de una alianza de tres o la conformación de lo que nosotros desde hace varios años llamamos el eje central de Suramérica: Caracas-Brasilia-Buenos Aires…”, destacando que los tres países se complementan “…de manera maravillosa para enfrentar el desafío del futuro en lo alimentario, en lo energético, lo industrial, lo científico, lo tecnológico…”.

Igualmente expresó que “…esta segunda reunión de Cristina, Lula y yo, es para seguir dando forma a ese eje central del Sur, del cual va a depender en buena manera la dinámica de estructuración de la unidad suramericana…”, e hizo un llamado a construir “…la complementación entre nuestros países para conformar la potencia sudamericana…”.

Brasil y Argentina habían venido apoyando en la diversificación del desarrollo productivo venezolano en aspectos tales como transferencia de tecnología asociada a la agricultura, envío de novillas y vaquillonas para el rebaño nacional, infraestructura, y energía, entre otras áreas. 

Al serle solicitada sus impresiones sobre los resultados de la recién concluida reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Ginebra, Suiza, señaló que en esta oportunidad la Ronda de Doha había fracasado rotundamente, debido al sistema irracional del neoliberalismo que había entrado en crisis.

También, fue consultada su opinión en torno a la eventualidad de una mejora de las relaciones con los Estados Unidos de América en función del inminente cambio de gobierno, producto de las próximas elecciones estadounidenses.

Al respecto, fue claro al señalar: “…nosotros en Venezuela no nos hacemos ilusiones con nadie…”.Al mismo tiempo solicitó a los  nuevos responsables del gobierno estadounidense que entendieran la realidad que se vivía en el subcontinente latinoamericano y se olvidaran de las tesis bélicas que han caracterizado a la política exterior de los Estados Unidos de América históricamente. 

…ojalá, sea quien sea el nuevo Presidente de los Estados Unidos a partir del próximo año, entienda, sólo le pedimos que entienda (…) que en América del Sur hay una Revolución, que hay un proceso en marcha, que es democrático, pacífico, legítimo, y no le queda más que respetarlo…

Chávez Frías aprovechó la ocasión para referirse al caso de la IV Flota estadounidense, a la cual calificó como una amenaza “…para nosotros, por lo que deberían retirarla de las aguas de la región, así como deberían retirar las tropas de Irak, las bases militares de Ecuador, en fin…”.

Chávez Frías aprovechó la ocasión para referirse al caso de la IV Flota estadounidense, a la cual calificó como una amenaza “…para nosotros, por lo que deberían retirarla de las aguas de la región, así como deberían retirar las tropas de Irak, las bases militares de Ecuador, en fin…”.

Al respecto, al señalar que no había otro continente más desigual, indicó que le parecía “…justo, en todo caso, que gobiernos democráticos en la región pongamos en marcha mecanismos de igualdad para buscar la equidad, porque la piedra fundamental de nuestro sistema debe ser la igualdad…”.

Estas reflexiones de su cosmovisión las complementó de la siguiente manera: “…así que no esperamos nada de los demás, sino de nosotros mismos. Los países ricos no van a hacer nada para cambiar el mundo, porque se sienten dueños de este mundo, igual que los imperios, como el de EEUU…”; y, más adelante, insistió: …nosotros lo que tenemos que hacer es hablar, planificar y tomar decisiones políticas y económicas para unirnos, Banco del Sur, Petrosur, etc, y convertir a Suramérica en una potencia alimentaria, energética, financiera y tenemos todo para hacerlo. Suramérica es una potencia ya, así que desarrollémosla…

Del mismo modo, al ratificar que Venezuela continuaría con su política de cooperación hacia Latinoamérica y el Caribe, concluyó diciendo: “…nosotros, sólo unidos seremos libres. O la patria es una y grande o no es patria. Estamos abriendo los caminos de la nueva independencia de América Latina y la estamos construyendo…”.

Como se señaló, en esta ocasión Chávez Frías no solamente se reuniría con la mandataria anfitriona, Cristina Fernández, sino también con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un encuentro llevado a cabo en la sede de la cancillería argentina.

Lula da Silva había arribado el día anterior, acompañado de buena parte de su gabinete y de doscientos sesenta y cuatro (264) empresarios brasileños, mientras que por su parte, Chávez Frías, quien permanecería en Buenos Aires por menos de veinticuatro (24) horas, tenía previsto también asistir durante la jornada vespertina a un acto público en la periferia de Buenos Aires con la presidenta Cristina Fernández.

Durante el encuentro en el Palacio San Martín, sede de la cancillería argentina, fueron suscritos varios acuerdos de cooperación en materia agrícola e industrial, en un acto con presencia de unos doscientos (200) empresarios locales.

Entre estos acuerdos, destaca un contrato de adquisición por parte de Venezuela de maquinaria agrícola, suscrito con la Cámara de Fabricantes de  Maquinaria Agrícola de Argentina. Asímismo, fueron firmados convenios de capacitación y cooperación entre el Ministerio de Industrias Ligeras y Comerio (Milco) de Venezuela y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) de Argentina; y entre el Ministerio de Agricultura venezolano y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Argentina.

Se dio a conocer que treinta (30) fábricas con equipos argentinos se instalarían en Venezuela a finales de agosto, como parte de un plan mayor de conformación de doscientas (200) fábricas en convenio entre el Ministerio del Poder Popular para las Industrias Ligeras y Comercio (Milco) y el Inti argentino.

Al respecto, el mandatario venezolano destacó que “…primero se cuenta con la mano de obra venezolana, con la experiencia técnica venezolana, y de haber alguna deficiencia es cuando entra el rol argentino a participar en este intercambio…”.

Con posterioridad a esta mini Cumbre de los Jefes de Estado de Argentina, Brasil y Venezuela, diversos voceros anunciaron que los mandatarios habían expresado su anuencia para la creación de una línea aérea conjunta, y un ferrocarril que uniera a los tres (3) países.

La idea se fundamentaba en una alianza con la línea aérea estatal venezolana y con la línea aérea de bandera de Brasil, de modo de conformar una Aerolínea del Sur, dado que a mediados del mes anterior (julio) el Estado argentino había iniciado el proceso de retoma del control de Aerolíneas Argentinas y su controlada Austral, luego de diecisiete (17) años.

Por otra parte, trascendió que el mandatario venezolano propuso a sus pares de Argentina y Brasil relanzar el ambicioso proyecto del Gasoducto del Sur, una idea original del propio Chávez Frías para aprovechar la riqueza gasífera de América del Sur, a través de un ducto, de unos ocho mil kilómetros (8.000 Kms.), con capacidad de distribuir en la región hasta ciento cincuenta millones de metros cúbicos (150.000.000 Mts3 ) diariamente, con una inversión estimada en veintitrés mil millones de dólares (U.S. $ 23.000.000.000).

Tras la reunión trilateral, Lula da Silva abordó un avión oficial de regreso a Brasil, mientras que Chávez Frías en compañía de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, participó del acto de lanzamiento del programa “Sueños Compartidos” en la provincia de Buenos Aires, organizado por las Madres de Plaza de Mayo, realizado en horas de la tarde, en García y Vucentich, del municipio de Almirante Brown, al sur del gran Buenos Aires.

En esta actividad estuvieron presentes, además, el gobernador de la provincia, Daniel Scioli, el intendente municipal, Darío Giustozzi, y la presidenta de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quienes suscribieron un convenio para la construcción de viviendas, a través del proyecto de capacitación y empleo “Misión Sueños Compartidos”.

Posteriormente, por la noche Chávez y los Kirchner compartieron una cena en la residencia presidencial. El martes 5, en horas de la mañana, el mandatario venezolano asistió a un encuentro empresarial y suscribió acuerdos bilaterales.

Luego, en la tarde, concedió una rueda de prensa en la ciudad de Buenos Aires, de cerca de hora y media, en la cual realizó un balance de su visita a Argentina.

En esta comparecencia ante los medios de comunicación social, informó que “…Venezuela le compró hace una semana, unos días, 1.000 millones de dólares en bonos argentinos…”, en el marco de una política de cooperación financiera que le había permitido a Argentina no haber emitido bonos en los mercados globales, tras finalizar en el 2005 una gigantesca reestructuración de su deuda.

De igual modo, señaló a los representantes de los medios de comunicación social sentirse confiado en llegar a un acuerdo amistoso con el grupo argentino Techint, por el precio que el Estado venezolano le pagaría para nacionalizar la siderúrgica Sidor; refiriendo que hacía falta el ajuste final del precio de referencia de las acciones, cuyo valor se establecería, a través de una auditoría a la siderúrgica. El Presidente recordó que Techint se quedaría con una participación en Sidor (10%), porque “…no se quiere ir del país…” y el Gobierno “…tampoco quiere que se vaya…”.

Sidor, la mayor siderúrgica de la región andina y caribeña, había sido privatizada en 1997 cuando el grupo Amazonia pagó mil doscientos millones de dólares (U.S. $ 1.200.000.000) por el control del sesenta por ciento (60%) de sus acciones.

El grupo Amazonia, constituido por Ternium (86%) y Siderar (14%), ambas de Techint, controlaba el sesenta por ciento (60%) de Sidor; mientras que el paquete restante se dividía entre empleados (20%) y el Gobierno (20%).

Chávez manifestó que al sector privado nunca le interesó producir tubos de acero en Venezuela, por lo que enviaban el acero a los Estados Unidos de América, allí fabricaban los tubos y después estos eran vendidos a Venezuela.

Posteriormente a la rueda de prensa, emprendió el regreso a Venezuela, tras la cancelación de un viaje a Bolivia que se había planteado realizar desde Argentina, junto a su homóloga Cristina Fernández de Kirchner, debido a las protestas registradas en el Aeropuerto de Tarija.

Curiosamente, las protestas se daban en este departamento boliviano (Tarija), ubicado a unos novecientos diecinueve kilómetros (919 Kms) al sur de La Paz, donde se encuentra el ochenta y cinco por ciento (85%) de las reservas de gas natural de este país andino.

Además, estaba previsto que la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) suscribiera un convenio con la estatal argentina Enarsa para la construcción de una planta separadora de gas natural que, posteriormente, se exportaría a Argentina; así como que Chávez Frías inaugurara un proyecto de Petrocasas.

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