3 de Febrero de 2006
La Habana
El 3 de febrero de 2006 el presidente del consejo de Estado y de ministros de Cuba, Fidel Castro Ruz, recibía al jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez Frías, en el Aeropuerto Internacional José Martí, en lo que se constituiría en la décima tercera visita que efectuaba a la mayor de las Antillas desde el inicio de su gestión gubernamental.
Ambos jefes de Estado se saludaron efusivamente con un fuerte abrazo al pie de la escalerilla de la aeronave que aterrizó a la una y treinta minutos de la madrugada (1:30 a.m.).
En el aeródromo cubano, en compañía del ministro de educación, Aristóbulo Izturiz y del embajador de Cuba en Venezuela, Germán Sánchez Otero, quienes le acompañaban, Chávez Frías de inmediato fue abordado por los representantes de los medios de comunicación ahí presentes a quienes atendió, luego dirigió un saludo al pueblo cubano, y posteriormente partió en compañía de su anfitrión. Esa misma tarde, visitó la XV Feria Internacional del Libro, la cual estaba dedicada a Venezuela y en donde, con setecientos sesenta metros cuadrados (760 Mts2 ) de área expositiva para el pabellón venezolano, eran presentados un millón (1.000.000) de volúmenes de textos de Venezuela.
Chávez Frías y Castro Ruz firmaron un convenio para crear el Fondo Cultural para la Alternativa Bolivariana para las Américas, con miras a facilitar la creación de una editorial y un sello discográfico que permitiesen intercambios entre las emisoras estatales de radio y televisión de los dos países.
En un contexto en el que se desarrollaba una campaña estadounidense por la “transición” cubana, con nuevas limitaciones a los viajes a la isla de los emigrantes residentes en los Estados Unidos, y además una batalla de propaganda a través de una cartelera luminosa que desde hacía dos semanas se mantenía en la sección de intereses estadounidenses en La Habana, con leyendas claramente con objetivos de provocación, el día anterior, de la llegada de Chávez Frías a Cuba, jueves 2 de febrero, en el marco además de tensiones con los Estados Unidos de América que incluían la expulsión mutua de personal diplomático en Caracas y Washington, el secretario de defensa de los Estados Unidos, Donald H. Rumsfeld, había dicho:
…tenemos a Chávez en Venezuela con muchísimo dinero del petróleo. Es una persona que fue elegida legalmente, como Adolfo Hitler fue elegido legalmente, y luego consolidó el poder y ahora está, obviamente, trabajando de cerca con Fidel Castro y el señor (Evo) Morales y otros…
Por su parte, el director nacional de inteligencia, John Dimitri Negroponte, había atribuido al mandatario venezolano actitudes injerencistas en la región.
En relación a esta pintoresca comparación, y a los comentarios de Negroponte, el líder cubano Fidel Castro, durante una disertación en el Club Nacional de la Prensa, realizada en horas de la noche del viernes 3 de febrero, al ser interrogado sobre las relaciones de Estados Unidos y algunos países de América Latina expresó que si conocieran un poco de historia, sabrían porqué fue elegido Hitler, quiénes le apoyaron y las razones que tuvieron para ello y se darían cuenta de que esta comparación no tiene cabida, empero agregó “…les doy la razón, tienen fundados motivos para preocuparse. Esto es nuevo e inesperado para los que soñaban con Hitler en un imperio de mil años…”.
Por su parte, el propio Chávez Frías sobre el mismo tema desde la Plaza de la Revolución ante una concentración multitudinaria, en un discurso que aún cerca de la medianoche todavía pronunciaba aludió a las declaraciones de los dos funcionarios estadounidenses a quienes calificó como “…los máximos representantes del imperio más brutal, del imperio más cínico e inmoral de todos cuantos han existido en este planeta…”.
Sobre el particular, indicó “…en el fondo, uno se siente contento”…OMISIS…“…de que los máximos representantes de ese imperio asesino y genocida nos agredan y llamen como les venga en gana…”.
Más adelante señaló:
…si ladran los perros, Sancho, es porque cabalgamos. Sigamos cabalgando este camino de la revolución. Que ladren los perros del imperio. Ese es su papel: ladrar. El papel nuestro es batallar para consolidar este siglo, ahora sí, la verdadera liberación de nuestros pueblos…
Castro Ruz, en su intervención al defender el acercamiento entre los dos gobiernos revolucionarios señaló que estaban unidos pero no para lanzar bombas contra ningún país ni utilizar métodos terroristas, ni la fuerza o violencia, sino para llevar a cabo una acción absolutamente humanitaria.
La agenda habanera de Chávez Frías incluyó igualmente una ceremonia solemne en la Plaza de la Revolución donde recibió el premio José Martí, otorgado por la Unesco, en reconocimiento a su labor por la integración latinoamericana y en defensa de la identidad y cultura de los pueblos de la región. Estimaciones conservadoras indicaban que más de doscientos mil (200.000) estudiantes cubanos y de diversas naciones, así como miembros de organizaciones sociales, estuvieron presentes en este acto que habiendo iniciado en la noche del viernes 3 terminó en la madrugada del sábado 4 de febrero.
En el acto de entrega del Premio Internacional José Martí el mandatario venezolano aseguró que sólo con el modelo socialista se podría construir una sociedad justa e igualitaria, rechazó la integración neoliberal propuesta por la Casa Blanca la cual aseguró que había sido derrotada por los pueblos de la región, y señaló que la integración debía basarse en los principios de Bolívar y Martí, refiriéndose a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) como el modelo a seguir.
Al agradecer a las naciones que postularon su nombre para esta distinción, invitó a seguir el camino de la unidad latinoamericana y dijo que recibía este premio para el pueblo venezolano sin cuya conciencia y heroísmo él no estaría ahí; refiriéndose al carácter popular de su gobierno en Venezuela señaló que muy poco se pudiera hacer sin la fuerza de un pueblo que le motivara.
Ratificó la necesidad de luchar por la consolidación de la labor emancipadora en América Latina, y destacó que las ideas de pensadores y revolucionarios como Bolívar y Martí motorizaban los movimientos sociales y políticos que luchaban por la libertad de los pueblos, en este contexto se refirió a la reciente juramentación de Evo Morales Ayma, en la presidencia de Bolivia, como un paso más en la integración y reivindicación de los pueblos originarios.
En una brillante exposición hizo un recorrido histórico por las intervenciones imperialistas en el continente, especialmente estadounidenses, resaltando que la integración es posible con gobiernos de izquierda, respetando e interpretando las diferencias.
También felicitó a Michelle Bachelet por su victoria presidencial en Chile. Se ratificó en la construcción de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) como un nuevo modelo de integración, del cual señaló “…hemos avanzado pasos importantes en la construcción del nuevo modelo porque la única forma de contrarrestar el ataque del imperio es ponerse a la ofensiva…”.
Seguidamente ahondó en el tema al indicar que en Latinoamérica existía una nueva fuerza, que no había en otras épocas, y que se habían dado pasos importantes en el modelo integrador, en base a la complementariedad de las economías nacionales y no de competencia entre ellas.
Exigió la salida de las fuerzas militares extranjeras de Iraq, la extradición a Venezuela del terrorista Luis Clemente Faustino Posada Carriles y la excarcelación de los cinco (5) cubanos que aún permanecían presos en los Estados Unidos por combatir el terrorismo.
En un gesto que lo distinguió y caracterizó, al agradecer el premio, dijo que lo recibía para el pueblo de Venezuela, para el pueblo de Bolívar, y adelantó que el monto en metálico, cuya suma aun desconocía, lo donaba a Bolivia, como ayuda para cualquier programa del nuevo gobierno de esa nación andina.
Sobre el particular señaló:
…el premio me dicen que viene acompañado de una parte en metálico, no sé qué cantidad es, pero sea cual fuere de inmediato ruego que no llegue a mis manos sino que la dono al pueblo de Bolivia y al esfuerzo para el plan de alfabetización que Cuba y Venezuela, junto a Bolivia, estamos adelantando…
El Premio Internacional José Martí creado en 1994 por la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco), dotado de 5.000 dólares es entregado por recomendación de un jurado de siete (7) miembros, entre ellos, en esta edición, la escritora sudafricana Nadine Gordimer, premio nobel de literatura (1991).
El líder de la Revolución Bolivariana tras su participación en este acto retornó a Venezuela para encabezar la conmemoración de la rebelión militar del 4 de febrero de 1992.