24 de Febrero al 16 de Marzo de 2012
Tercera intervención quirúrgica
Para los últimos días de febrero de 2012 se anunciaba un nuevo viaje del primer mandatario de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, a la República de Cuba en atención del tratamiento a su salud.
En un acto de solidaridad con su persona, que le fuera realizado en las instalaciones del Teatro Teresa Carreño, en la ciudad de Caracas, el viernes 24 de febrero, mismo día en que partiría a La Habana, indicó en referencia a las próximas elecciones presidenciales venezolanas: “…yo haré todo el esfuerzo que tenga que hacer para conducirlos a ustedes, aún en mis dificultades personales, a una victoria el 7 de octubre…”.
Chávez Frías retornaba en esta ocasión a la nación cubana para que le extirparan una nueva lesión que había surgido en el mismo lugar donde le había sido extraído el tumor en 2011.
En el acto que se realizaba en el Teatro Teresa Carreño expresaría que existían altas probabilidades que el mismo, fuese maligno, “…la probabilidad de que sea maligno es superior a la probabilidad de que no lo sea (…) dentro de pocas horas sabremos la verdad y actuaremos…”.
Se adelantó en señalar que, de confirmarse fuese maligno, “…ya me están informando de cómo sería ese tratamiento, a lo mejor una parte aquí (Venezuela) y otra allá (Cuba)…”.
En sus propias palabras, explicó de esta manera, “…debo someterme a una cirugía, los primeros días de la próxima semana (…) No hay nada por hacer, sino enfrentar… Enfrentar lo que haya que enfrentar y ustedes ya me acompañan…”.
Ese mismo día, desde la sede del Palacio de Miraflores, al ver la multitud que se había reunido para despedirlo, se le oyó decir:
…no hay casi ni tiempo. Estamos en la hora del despegue. Bueno, no me voy de la Patria, como decía María León. Me voy fortalecido por tantas manifestaciones de tanto amor y buena fe. Me conmovió esta mañana Dilma Rousseff con sus sentimientos y palabras. Me mandó (sic) decir Lula que si él tiene que convertirse en su niñera, se convertirá…
Poco antes, se había dirigido a los integrantes de la Casa Militar diciéndoles “…les encomiendo mi casa, muchachos de la Guardia de Honor, trabajadores y trabajadoras de Miraflores. La Bandera está libre ahí, en el viento libre de Venezuela…”.
Antes de trasladarse al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, desde donde partiría a la ciudad de La Habana, continuó reflexionando ante los presentes, en los siguientes términos:
…hemos recuperado la independencia nacional, de la patria. Es lo más grande después de tantos años de lucha y sacrificio. Dichosos los que estamos viviendo este tiempo y dichoso yo, gracias pueblo mío por darme tanto desde aquél 4 de febrero. Gracias al ejército, a la fuerza aérea, Marina, Milicias, hijo soy de esta Patria y de este ejército. Ahí fui formado. Dichoso yo de ser soldado de Bolívar y de ser hijo de este pueblo…
En su natural intervención, propia de su estilo, indicó “…les encomiendo mucha conciencia, unidad ante las adversidades y dificultades. Unidad bajo la bandera patria y la bandera de Bolívar, delante de esta burguesía pitiyanqui y apátrida…”.530 Y terminó vaticinando: “…con cáncer o sin él, con lluvia o sin ella nadie impedirá la victoria del 7 de octubre. Estamos obligados a vivir, a vencer para garantizar la patria…”.
Una emotiva situación se generó al paso de la caravana de vehículos en la que se trasladaba desde el Palacio de Miraflores hacia el aeropuerto de Maiquetía, cuando una multitud salió a despedirlo por las calles de Caracas, por donde pasaba la caravana presidencial, especialmente en la Avenida Sucre, donde la masiva manifestación popular se desbordó en esta arteria vial a los gritos de “¡Chávez, te amamos!”, “¡Pa’ lante Comandante!”, y “¡Uh Ah, Chávez no se va!”.
En determinados puntos del recorrido se observaban cantidades de globos tricolores que formaban la bandera venezolana en el cielo, la gente agolpada en aceras, calles, balcones, casas y edificios le gritaba consignas y lanzaban claveles y rosas a la caravana.
Su arribo a la terminal aérea se produjo alrededor de las cuatro y treinta y cinco minutos de la tarde (4:35 p.m.), luego de recibir los honores militares y saludar a su tren ministerial.
Antes de subir al avión, comentó que había sentido un “océano de amor” que le había demostrado el pueblo al despedirlo, y expresó que pronto estaría de vuelta en el país para continuar la construcción de la Patria socialista y la ofensiva patriótica, en atención a las próximas elecciones presidenciales del 7 de octubre de ese año, donde se enfrentaría en las urnas electorales con Henrique Capriles Radonski, de treinta y nueve (39) años, quien había sido elegido como candidato de la mayor parte de las fuerzas políticas de la oposición para la contienda electoral.
Ese mismo viernes, 24 de febrero, arriba a la ciudad de La Habana, a través del Aeropuerto Internacional José Martí, donde como era costumbre lo recibía el Jefe de Estado cubano, Raúl Castro, acompañado del Canciller de la isla, Bruno Rodríguez Parrilla, y el Embajador venezolano en La Habana, Edgardo Ramírez, entre otras autoridades de ambos países.
A su llegada, luego de reunirse con el Presidente Raúl Castro, indicó que ese fin de semana le realizarían “…estudios, exámenes y los preparativos para la intervención quirúrgica (…) mi Ministra de Salud (Eugenia Sader) va a ser mi vocera…”.
Chávez Frías, quien ya se había sometido a cuatro (4) sesiones de quimioterapia luego de que le fuera detectado el cáncer en la región pélvica, nuevamente había recibido por unanimidad la autorización de la asamblea nacional venezolana para ausentarse del país, y lo hacía manteniendo sus atribuciones presidenciales.
De hecho, el lunes 27 de febrero, los medios informaban que el día anterior había aprobado el reglamento parcial número 1 de la nueva Ley Orgánica del Deporte, Actividad Física y Educación Física.
A pesar de que hacia fines del mes de octubre de 2011, desde el punto de vista médico, se pensaba que había logrado superar el cáncer, surgía ahora una lesión de dos centímetros en la misma zona pélvica donde el año anterior le había sido extraído un tumor del tamaño de una pelota de béisbol.
El domingo 26 de febrero era nuevamente operado de un tumor canceroso en lo que sería la tercera (3ra) ocasión en la que pasaba por un quirófano en ocho (8) meses.
El domingo 4 de marzo, el mismo Chávez Frías confirma que el tumor que se le había extraído era una recurrencia del cáncer y que se sometería a sesiones de radioterapia.
Finalmente, el viernes 16 de marzo regresa a la ciudad de Caracas.