10 y 11 de Agosto de 2000
Bagdad
Gira Opep
En el que sería su viaje más reseñado a escala mundial hasta ese momento y gracias al apoyo otorgado por el Gobierno de Irán, llega el jueves 10 de agosto a la República de Iraq para entrevistarse con el presidente Saddam Hussein, constituyéndose así en el primer Jefe de Estado que visitaba a este país, desde la Guerra del Golfo Pérsico, en 1991.
Sólo el Rey Hussein de Jordania, durante el desarrollo del conflicto y el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, durante las negociaciones en 1998 del plan “Petróleo por Alimentos”, habían visitado al presidente de Iraq con anterioridad al mandatario venezolano. Al efecto, desde el 7 de agosto, cuando apenas comenzaba la gira del Presidente a las naciones de la Opep, las agencias noticiosas internacionales reseñaban unas declaraciones de Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado estadounidense, en las cuales decía que ser el primer Jefe de Estado, democráticamente elegido, que va a reunirse con el dictador de Iraq, era una distinción dudosa.
El vocero del Departamento de Estado indicó que “…la visita de un líder de ese nivel otorga un aura de respetabilidad a Saddam Hussein, que claramente no se la merece, dado su comportamiento en el pasado al invadir y ocupar países vecinos y al reprimir a su pueblo…”; agregando que los Estados Unidos “…se sigue haciendo muchas preguntas sobre por qué (Chávez) hace eso, por qué quiere darle a Saddam esa respetabilidad…”; para concluír señalando que: “…nos hubiese gustado que planteara el tema de conformidad con las resoluciones de la ONU (…) y no hemos visto nada de eso…”.
Ciertamente, estas declaraciones fueron reproducidas en, prácticamente, todas las agencias de noticias internacionales; así como en la mayoría de los diarios de las principales capitales del mundo, a las que el Canciller de Venezuela, José Vicente Rangel Vale, inmediatamente les salió al paso en un encuentro que sostuvo en la Casa Amarilla con la prensa nacional e internacional; indicando que, lamentaba tales declaraciones, al tiempo que las deploraba y expresaba que esta gira había sido altamente publicitada y conocida; a la vez que había sido precedida por visitas tanto del Ministro de Energía y Minas y presidente de la Opep, Alí Rodríguez Araque, como por el Viceministro de Relaciones exteriores, Embajador Jorge Valero Briceño.
En efecto, como se recordará del 7 al 28 de julio de 1999, y posteriormente del 10 al 19 de julio de 2000, el gobierno venezolano había enviado sendas delegaciones enmarcadas dentro de la convocatoria del presidente Chávez Frías de realizar la II Cumbre Opep en Caracas, objeto de esta visita a Bagdad.
El Ministro Rangel Vale agregó que él mismo se había entrevistado recientemente con el Secretario de Energía de los Estados Unidos de América, Bill Richardson (que como, también, se recordará fue el enviado del presidente Clinton a los actos de la toma de posesión del presidente Chávez el 2 de febrero de 1999), y en ningun momento se objetó la visita, ni siquiera se había abordado el tema.
Al dejar constancia, sin embargo, que Venezuela no deseaba empañar las relaciones con Washington, dijo también que tampoco estaba dispuesta a que del norte le impartieran lecciones de democracia, y que, además: “…no podemos manejar únicamente la visión occidental de la democracia…”. En este sentido, “…para nosotros en la OPEP es igual Irak que Arabia Saudí, Kuwait que Argelia, Indonesia que Libia, Nigeria que los Emiratos Árabes (…). Tenemos un criterio amplio y aglutinador…”.
En cuanto a la mención de las Resoluciones de las Naciones Unidas sobre Iraq, (Nº 670 y Nº 661) indicó que “…en ninguno de sus apartados se señala la prohibición de tránsito a personalidades por el territorio iraquí…”.
Concluyó diciendo que, al igual que los Estados Unidos de América, la República Bolivariana de Venezuela había adoptado el pragmatismo en su política exterior, así como que:
…nosotros no estamos en plan de pasarle recibo a nadie, ni de juzgar a nadie por su conducta internacional. Pero en el terreno del debate podemos decir muchas cosas…de alianzas miserables con los peores dictadores de la historia, y basta citar a Pinochet, Somoza o Suharto, para ilustrar lo que quiero decir…
En este contexto, el presidente Chávez Frías se trasladaba en avión desde Teherán a la localidad iraní de Karmanshá, a cien kilómetros (100 Kms.) de la frontera con Iraq, y desde allí en helicóptero hasta Gazre Shirin desde donde pasó la linea fronteriza en automóvil hasta el puesto fronterizo iraquí de Al Munziriya ubicado a ciento noventa kilómetros (190 Kms.) al este de Bagdad, donde lo esperaba el Vicepresidente iraquí, Taha Yasin Ramadan; para posteriormente abordar otro helicóptero que lo llevaría a Bagdad, donde fue recibido por el vicepresidente del Consejo de la Comandancia de la Revolución, Izzat Ibrahim.
A su llegada al territorio iraquí, el presidente Chávez reaccionó ante las declaraciones del Departamento de Estado diciendo que “…si los estadounidenses dicen que mi visita es indigna, yo les digo que nosotros somos dignos. Venezuela se une al clamor por el respeto a la autodeterminación, a la libertad, y a la soberanía de cada pueblo…”.
Indicó: “…no nos sorprende (la actitud de EE.UU.), pues no es la primera vez ni será la última…”, añadiendo “…decimos a Estados Unidos: no enloquezcan. Tienen muchos otros problemas por solucionar, así que no le den importancia a esto (su visita a Irak)…”, no sin antes indicar en el contexto abordado “…yo me voy al infierno si quiero…”.
El presidente Hussein, quien esperó a su homólogo venezolano en el aeropuerto internacional que lleva su nombre, sostuvo tres (3) reuniones con el presidente Chávez Frías en la corta estadía de éste en esa ciudad.
En ellas, además de las conversaciones inherentes al tema petrolero y la invitación a la Cumbre de Caracas, abordaron el tema del embargo impuesto por las Naciones Unidas. Sobre el mismo, Chávez Frías mostró su desacuerdo y emitió declaraciones a los medios de prensa, en tal sentido.
Es de destacar, por otra parte, que en esta visita como al igual que en las del resto de las efectuadas a las naciones de la Opep, se tocaron aspectos de la relación bilateral, y en este sentido, igualmente, se suscribieron acuerdos en las áreas política y cultural.
En cuanto a la concurrencia del presidente Hussein a la cita de Caracas, el presidente Chávez obtuvo el compromiso de su homólogo iraquí del envío a la misma de una representación del más alto nivel, excusándose de asistir personalmente por razones de seguridad personal.
Finalmente, el presidente Chávez Frías salió del territorio iraquí por la misma vía y de igual manera a como lo hizo a su llegada, para continuar camino a Indonesia
Es de resaltar que las iniciales declaraciones del vocero del Departamento de Estado estadounidense, Richard Boucher, fueron posteriormente suavizadas por la Casa Blanca, a través del portavoz de la misma, Joseph Lockhart, quien afirmó “…nosotros entendemos el importante peso de Venezuela en la Opep y el hecho de que ha asumido una posición de liderato en ella….”.
De hecho, el mismo Boucher señalaría después en Washington que “…en última instancia, queremos trabajar con ese gobierno (el venezolano), queremos hacer cosas que tenemos en común y que necesitamos hacer juntos…”, y en la misma declaración agregó, sobre las resoluciones de la ONU y la visita del presidente Chávez a Iraq, que “…si no hay violación de sanciones, uno podría decir que se puede ir a reunir con quien uno quiere…”.