25 de Marzo de 2010
VII Encuentro Presidencial Binacional
Hugo Rafael Chávez Frías
Rafael Vicente Correa Delgado
El registro del seguimiento a los viajes internacionales realizados por Hugo Rafael Chávez Frías da cuenta de un total de doce, efectuados a la República del Ecuador.
El realizado en esta oportunidad, jueves 25 de marzo de 2010, representa el décimo realizado a esta nación suramericana.
Esta visita se inscribía en la necesidad de examinar y profundizar la relación bilateral y, dentro de éstas, los acuerdos de cooperación entre ambas naciones. Además, se constituía en el VII encuentro presidencial binacional que realizaban los dos Jefes de Estado desde la asunción de Rafael Correa a la primera magistratura del Ecuador en 2007.
La relación ecuatoriana-venezolana se había venido dinamizando, profundizando y ampliando, desde la llegada de Chávez Frías al poder; habiendo adquirido, todavía, un mayor ímpetu desde el inicio del ejercicio del nuevo gobernante ecuatoriano, al punto que, a la fecha, entre ambos países se habían suscrito unos cuarenta (40) acuerdos de cooperación y ambos mandatarios habían establecido la realización de reuniones periódicas para evaluar el desarrollo de los mismos, entre los que figuraban proyectos para el intercambio de crudo ecuatoriano por combustibles venezolanos, así como la explotación de crudo por parte de Petroecuador en Venezuela, y por parte de Pdvsa en Ecuador.
Adicionalmente, Ecuador y Venezuela ya pertenecían al Alba y al Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP). Con ese telón de fondo, llega Chávez Frías al Ecuador en horas de la noche del jueves 25 de marzo,43 en una visita en la que, además de la revisión de lo andado hasta ese momento, se incorporarían nuevos elementos, específicamente en la consolidación de proyectos en materia alimentaria y energética; así como para el equilibrio de la balanza comercial y en el avance de obras en los sectores gasífero y petrolero.
Antes de la reunión sustantiva de los mandatarios con sus respectivos equipos de gobierno, Hugo Chávez Frías y Rafael Correa Delgado realizaron el lanzamiento al mercado de un lubricante elaborado por las empresas estatales de petróleo de ambas naciones.
Después de ello, se dirigieron al Palacio de Carondelet, sede del Poder Ejecutivo del Ecuador, donde iniciaron el VII Encuentro Presidencial Bilateral. Como se recordará, el VI Encuentro Presidencial Bilateral había sido realizado en la ciudad de Caracas, en octubre de 2009, ocasión en la cual revisaron la ejecución de treinta y cuatro (34) proyectos binacionales y pactaron diez (10) nuevos instrumentos en el área social, de telecomunicaciones, de alimentación y de minería.
En esta nueva ocasión, además de revisar los avances de los procesos de diálogo político, integración económica e integración productiva, se suscribía el reglamento para el funcionamiento del fondo ecuatoriano-venezolano, por más de sesenta millones de dólares (U.S. $ 60.000.000), para la financiación de proyectos de desarrollo socio-económico.
Hugo Rafael Chávez Frías y Rafael Vicente Correa Delgado habían definido una agenda estratégica común con cinco ejes fundamentales: soberanía energética, soberanía alimentaria y productiva, soberanía financiera y comercial, soberanía del conocimiento, y soberanía de la seguridad y la defensa.
Así las cosas, Chávez Frías y Correa Delgado, a la cabeza de sus respectivas delegaciones integradas por los equipos políticos y técnicos, hicieron una amplia, profunda y acuciosa revisión de un grupo de más de treinta convenios que marcaban la pauta de la relación bilateral, y lograron determinar que sesenta y siete por ciento (67%) de ellos poseían un estatus de ejecución avanzada y un treinta por ciento (30%) de avance medio.
Por otra parte, en este VII Encuentro Presidencial ecuatoriano-venezolano, fueron suscritos trece (13) nuevos acuerdos binacionales, destacando entre ellos además de la ya citada creación del reglamento operativo de la comisión técnica binacional del Fondo Ecuador–Venezuela para el Desarrollo (Fevdes), un acuerdo destinado a evaluar los campos Oveja y Yopales central de la Faja Petrolífera del Orinoco, al oriente de Venezuela.
En octubre de 2009, en la anterior (VI) reunión entre Chávez Frías y Correa Delgado, ambos mandatarios habían adelantado la constitución de tres empresas grannacionales en materia de pesca, minería y producción cacaotera, por lo que en este nuevo encuentro presidencial se suscribieron las actas de compromiso para registrar la grannacional de pesca y acuicultura; así como un par de acuerdos para la constitución de la grannacional de cacao y de la minera Mariscal Sucre.
En torno a la constitución de la grannacional de pesca, los dos Presidentes se refirieron a aspectos tales como la siembra en el embalse Peripa, provincia del Guayas (Ecuador), de unos nueve mil (9.000) alevines de tilapia, y en El Guamache, estado Nueva Esparta (Venezuela) de dos mil kilos (2.000 kg) de mejillones, con proyección a diez mil kilos (10.000 kg) en los siguientes siete (7) meses.
Sobre las grannacionales de cacao, destacaron la concesión de alrededor de un millón de dólares (U.S. $ 1.000.000) en créditos para cuatro mil trescientos once (4.311) pequeños productores, integrantes de siete asociaciones, para la construcción de catorce centros de acopio.
En cuanto al comercio bilateral y el aspecto económico las delegaciones, se plantearon la conveniencia y necesidad de equilibrar la balanza comercial, cuyo intercambio se esperaba se acercara ese año a unos mil millones de dólares (U.S. $ 1.000.000.000); así como el establecimiento de un mecanismo especial para agilizar los pagos de las transacciones de comercio exterior realizadas entre los países integrantes de la Alba.
Los avances en la cooperación energética, propiamente, abarcaron desde el lanzamiento del lubricante (Racing 5W-40) desarrollado entre Petroecuador y Pdvsa, empresas estatales aliadas bajo la marca Petrocomercial para la comercialización de sus propios productos, hasta la adquisición por Pdvsa de una planta de mezcla y envasado de lubricantes de una transnacional instalada en Ecuador con capacidad de diez millones de galones (10.000.000 gal) al año.
Otro aspecto abordado, en este nuevo encuentro presidencial, fue el desarrollo de las obras adelantadas por Pdvsa en la Isla Puná, ubicada en el Golfo de Guayaquil, en la provincia del Guayas, donde en el marco de exploraciones gasíferas se construían dieciocho kilómetros (18 Kms) de carreteras, una escuela, y pozos para la extracción de agua potable.
Asi mismo, se pasó revista al cronograma de trabajo de la llamada Refinería del Pacífico, convenio firmado en julio de 2008, la cual debería estar operando para 2013.
En cuanto a la coyuntura interamericana, Chávez Frías refirió, en posterior encuentro con la prensa, realizado luego de la actividad presidencial, que esperaba en las próximas elecciones presidenciales en Colombia quien resultara ganador poseyera una visión de estadista para que respetase y aceptase los procesos de cambio que se estaban gestando en los países de Latinoamérica.
Correa Delgado, por su parte, rechazó cuestionamientos estadounidenses sobre supuestas violaciones a los Derechos Humanos en Ecuador, y expresó que había ordenado a la cancillería del Ecuador la preparación de un informe donde se evaluara la política de Derechos Humanos en los Estados Unidos de América, que tomara en cuenta la existencia de la pena de muerte, la legalización de la tortura y la permanencia de presos políticos en los Estados Unidos de América.
En el contexto de esta visita presidencial al Ecuador, en atención a compromisos asumidos el 5 de marzo de ese año, en torno a la creación de la siderúrgica binacional, Siderpacífico, el Ministro de Industrias Básicas y Minería de Venezuela Rodolfo Sanz y el Presidente ejecutivo de Sidor, Miguel Álvarez, en reunión con los representantes de la empresa Holdingdine S.A, avanzaron acciones para la puesta en funcionamiento de esta nueva y estratégica empresa binacional, y estimaron el inicio de sus operaciones para el año 2012.
A través de Siderpacífico se esperaba desarrollar la producción y comercialización de productos terminados y semielaborados de acero, entre ellos laminados en caliente y en frío, así como asistencia técnica y desarrollo tecnológico en los casos de utilización de hierro y acero, entre otros metales.
Para su instalación se tomó en cuenta la ubicación de la Provincia del Guayas, ya que la misma posee acceso al mercado del Pacífico, así como a la región de influencia de la Alba.
Por otra parte, Chávez Frías planteó a su homólogo ecuatoriano la posibilidad de intensificar la cooperación militar para incrementar la capacidad de defensa de la soberanía territorial, especialmente en las áreas fronterizas, dada la política adoptada en esta materia por el gobierno colombiano de Álvaro Uribe Vélez.
La visión del gobernante venezolano era avanzar en convenios de cooperación en el área militar, así como en los campos científico, tecnológico y de capacitación. Chávez Frías consideró importante que Ecuador y Venezuela se apoyaran mutuamente, toda vez que ambas revoluciones estaban siendo permanentemente asediadas por factores internos y externos, y expresó que Caracas y Quito crearían su propio mecanismo de lucha contra el narcotráfico, una estrategia propia.
Al respecto, se le oyó decir “…tenemos a Colombia allí y, lamentablemente, sabemos que Colombia no ha podido con un conjunto de problemas muy graves que desbordan su frontera, que bastante daño le ha hecho a las relaciones con Venezuela (y) también con Ecuador…”.
La cosecha de compromisos alcanzados en materia comercial, agrícola, energética, cultural y científica con la nación meridional, contempló, también, un convenio interinstitucional entre el Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de Ecuador y la Fundación Infocentro de Venezuela, para la cooperación en el área de telecomunicaciones. Asimismo, otro orientado al equipamiento del módulo de laboratorios de la estación científica ecuatoriana Pedro Vicente Maldonado.
Del mismo modo, un acuerdo para la restitución de bienes culturales robados, importados, exportados o transferidos ilícitamente; así también, un protocolo de enmienda de un convenio básico de cooperación técnica entre ambos gobiernos para el intercambio de saberes ancestrales y conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas; otro en materia de cooperación cinematográfica y audiovisual; y un convenio de reconocimiento reciproco y canje de licencias de conducir.
En un encuentro con representantes de los medios de comunicación social, Chávez y Correa coincidieron en que los Estados Unidos de América, así como las llamadas fuerzas políticas de derecha, debían aceptar y respetar a los pueblos y gobiernos de izquierda del continente americano.
Se refirieron a la Alba como un núcleo sólido, y a Unasur como un espacio de aprendizaje para convivir en Latinoamérica; cuestionaron la doble moral estadounidense, al firmar convenios militares con países de la región, en una supuesta lucha contra el narcotráfico, cuando a lo interno de su propio territorio cada vez eran más las ciudades y los estados que avanzaban en legalizar el uso de drogas prohibidas con fines recreacionales.
Chávez Frías se refirió a la promoción publicitaria de la cadena televisiva CNN sobre el Bicentenario de Independencia de los países suramericanos, donde Bolivia, Ecuador y Venezuela, ni siquiera, eran mencionados.
Por su parte, Rafael Correa denunció que, al llegar al Gobierno, había descubierto que los representantes de la embajada estadounidense en Quito financiaban a las fuerzas de seguridad del Ecuador, cosa que habían prometido continuar siempre que continuaran designando a los jefes, “…cuando dijimos que no, ellos se llevaron hasta las computadoras…”.
Por su parte, el Presidente Hugo Chávez hizo un reconocimiento a la valentía del Gobierno de Correa Delgado, por el retiro de la base militar estadounidense de Manta.
En el contexto interamericano estaba latente el golpe de Estado en Honduras, la presencia estadounidense en bases militares en Colombia, la situación de Haití y las permanentes declaraciones injerencistas de distintos voceros extranjeros, especialmente estadounidenses, sobre los gobiernos progresistas de la región, en particular sobre Venezuela.