3 al 5 de Noviembre de 2004
XVIII Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río (Río de Janeiro)
La XVIII Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río motivó la segunda visita del presidente Chávez Frías al Brasil de las tres (3) que hiciera durante este año.
Llegó a Río de Janeiro en horas de la mañana del miércoles 3 de noviembre acompañado por el ministro de relaciones exteriores, Jesús Arnaldo Pérez, del ministro de energía y minas, Rafael Ramírez Carreño, el ministro de Estado para el financiamiento y desarrollo endógeno, Nelson Merentes, y el ministro de comunicación e información, Andrés Izarra.
En esta ocasión propuso la búsqueda de un candidato de consenso para ocupar la secretaría general de la OEA. Previo a la reunión de los jefes de Estado el ministro de relaciones exteriores de Venezuela, Jesús Arnaldo Pérez, había introducido en el debate de la reunión de cancilleres la necesidad de iniciar las consultas para elegir al nuevo secretario general de la OEA.
Por otra parte, el tema de Haití se mantenía como una preocupación común de todos los integrantes del Grupo de Río. En el ámbito bilateral sostuvo un encuentro con la gobernadora del estado de Río de Janeiro, Rosangela Matheus, conocida popularmente como Rosinha Garotinho.
Conversaron sobre la creación de un fondo de crédito para las inversiones brasileño-venezolanas destinado a promover programas de desarrollo, al término de la reunión se conoció que se estarían programando reuniones de trabajo entre los equipos técnicos de ambos países.
El jueves 4, Chávez Frías trotaba por la playa de Copacabana, luego de haber permanecido durante todo el día en el hotel donde se realizaría la cumbre del Grupo de Río, había sido el primer presidente en llegar a Río de Janeiro el día anterior, diferentes medios reseñaron que no había emitido declaraciones ni al bajar del avión ni a su entrada al hotel, habiéndose dedicado en su habitación a recibir en audiencias privadas a distintas personalidades de la vida cultural, política y económica brasileña.
A su regreso al hotel se encontró con unos niños limpiabotas, de entre doce (12) y catorce (14) años con quienes estuvo conversando durante varios minutos, los mismos provenían de una de las favelas cercanas, y al final del encuentro le solicitaron unas monedas, Chávez Frías que no portaba dinero resolvió el caso con la ayuda de unos de sus colaboradores que le acompañaba. Dentro de las actividades de la agenda paralela a la XVIII reunión del Grupo de Río, a tempranas horas de ese jueves sostuvo un encuentro bilateral con su homólogo de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, y otro con el presidente mexicano, Vicente Fox Quesada.
Con éste último analizó aspectos en el área energética, entre ellos la necesidad de realizar una reunión de ministros de energía para tratar temas comunes, tales como la exploración, la refinación, petroquímica y la explotación del gas.
En esta ocasión Fox Quesada le planteó a Chávez Frías el relanzamiento del Grupo de los Tres (G-3: Venezuela, México y Colombia) con la incorporación de Panamá.
A este encuentro asistieron el subsecretario de relaciones exteriores de México, Miguel Haquín; el coordinador de comunicación social, Rubén Aguilar; y la embajadora de esta nación centroamericana acreditada en Brasil, Cecilia Soto; mientras que por Venezuela, estuvieron presentes, el ministro de energía y minas, Rafael Ramírez Carreño; el embajador de Venezuela en Brasil, Julio García Montoya; y el director del despacho presidencial, vicealmirante Luis Torcatt Sanabria.
La primera sesión de trabajo oficial del Grupo de Río se inició a las seis de la tarde (6:00 p.m.), en ella los presidentes deliberaron sobre cómo acelerar la integración física, económica y política de la región.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos señaló “…estamos seguros que con el liderazgo de Brasil vamos a poder avanzar en tres frentes: Haití, donde tenemos una responsabilidad compartida muy importante, la onda de (integración regional en materia de) comercio y la reforma de las Naciones Unidas…”.
Ese mismo año, un mes después, el 8 y 9 de diciembre, en el Cusco, Perú, doce (12) países crearían la Comunidad Sudamericana de Naciones, en ese contexto Alejandro Toledo Manrique, presidente de Perú, señalaría que “…el nacimiento en Cusco de la Comunidad Sudamericana de Naciones es extraordinario, cohesiona a América Latina, a Sudamérica y eso no es incongruente con una relación más fuerte con Estados Unidos…”.
El señalamiento de Toledo Manrique, posteriormente cuestionado por corrupción y por legitimación de capitales al término de su presidencia, tanto en el Perú como en Costa Rica en el 2013, la expresaba en el contexto del coqueteo de su gobierno con los Estados Unidos de América para la conformación de un mecanismo de libre comercio (TLC), a la sazón, al margen del espíritu del proceso comunitario andino.
Por su parte, el presidente venezolano sostuvo una reunión con representantes del grupo Abreu e Lima y el presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), Carlos Lessa, en el cual se concretó la creación de un fondo venezolano brasileño, de cuatrocientos millones de dólares (U.S. $ 400.000.000) para el desarrollo conjunto de proyectos binacionales.
Nelson Merentes, señaló que esta iniciativa apuntaba a planes de desarrollo en el área de la siderúrgica, petroquímica e infraestructura, así como a programas de investigación científica.
Carlos Lessa, manifestó que la reunión había sido provechosa por la coincidencia de puntos de vista de los presidentes en la mayoría de los proyectos.
Asimismo, agregó que “…yo tengo la seguridad que felizmente Venezuela está menos vulnerable…” para continuar indicando “… hoy escuché del presidente Chávez y su visión de estadista el sueño de Bolívar empieza por el eje Brasilia, Caracas, Buenos Aires y eso coincide plenamente con el punto de vista del gobierno brasilero…”.
Sobre el tema de Haití el presidente venezolano propuso que las naciones del Grupo de Río contribuyeran a su desarrollo lo cual fue recogido en el documento final de la cumbre, así como el planteamiento de la reestructuración y democratización de la Organización de las Naciones Unidas, en especial del consejo de seguridad.
En el marco de esta XVIII cumbre del Grupo de Río circuló el primer borrador del Acta Constitutiva de la Comunidad Sudamericana de Naciones, que se suscribiría posteriormente durante la III Reunión de Presidentes de América del Sur, en Cusco, Perú, el 8 de diciembre de ese mismo año.