República Federativa de Brasil

11 y 12 de Agosto de 2005
Visita de Trabajo, Agenda Energética
Recife, Pernambuco

Los días 11 y 12 de agosto de 2005 Hugo Chávez Frías desarrollará su décima octava visita a la República Federativa de Brasil dando cumplimiento a una agenda que le daría énfasis a las áreas de exploración de petróleo y gas, petroquímica, producción de etanol y biodiesel, minería del carbón y proyectos de infraestructura.

En esta oportunidad además, su homólogo brasileño, Lula da Silva, lo invitaría formalmente para la cumbre de jefes de Estado y/o de gobierno de la Comunidad Sudamericana de Naciones, que se efectuaría en Brasilia los días 29 y 30 de septiembre próximo.

Ambos líderes suramericanos deseaban desarrollar en la ciudad de Recife una refinería de petróleo que construirían conjuntamente las empresas estatales de ambos países, Petrobras y Pdvsa; sin embargo, desafortunadamente este proyecto nunca lo vería materializado, toda vez que por múltiples circunstancias no se llegó a desarrollar como originalmente había sido concebido.

En horas de la noche, en una cena de trabajo brindada por su homólogo en la residencia presidencial de la Granja do Torto, los dos presidentes pasaron revista a los temas de la agenda bilateral, entre ellos los referidos a los avances de veintiséis (26) acuerdos de cooperación que habían sido firmados en febrero de ese mismo año en la ciudad de Caracas, en el marco de una alianza estratégica a la que al mes siguiente (marzo) se sumaba la República Argentina, de igual modo, fueron revisados diversos temas de carácter regional e internacional.

La estadía de Chávez Frías en tierras brasileñas fue catalogada como una visita de trabajo, éste declaraba a la salida de la reunión con su homólogo sentirse optimista y confiado en el proceso de integración suramericano.

Posteriormente, desde el Hotel Meliá, con un grupo de corresponsales de prensa, resumió que en la reunión con Lula da Silva habían participado también el canciller Celso Amorín; los ministros de petróleo, finanzas, hacienda y el presidente del BNDES, con los cuales se evaluaron diferentes convenios, especialmente en el área de la cooperación energética.

Para el momento el gobierno brasileño vivía una situación de oposición política interna muy aguda, por lo que Chávez Frías al ser consultado en cuanto a la posibilidad que Lula da Silva buscara apoyo en gobiernos de la región, similar al que el había recibido durante el golpe de Estado del año 2002, respondió que las situaciones eran completamente diferentes porque en el caso venezolano se trató de un golpe de Estado y de un sabotaje petrolero en una abierta y descarada agresión del gobierno estadounidense, que había despertado en los pueblos de la región una solidaridad que ayudó a superar aquella situación tan difícil.

Agregó lo siguiente:

…En primer lugar, con mucho cuidado, debo decir lo siguiente, es un tema muy sensible y eminentemente brasileño, sería irrespetuoso venir aquí a hacer consideraciones sobre ese aspecto. Viéndolo desde fuera, y generalizando el problema, le comentaba a Lula que ya me parecía que había pasado bastante tiempo sin que se hiciera evidente un ataque cerrado contra el Presidente de Brasil. Estoy absolutamente seguro que Lula es un hombre honesto, un tremendo compañero, seguro que cuando le toque salir del cumplimiento de su misión, va a salir con la frente en alto. Y es cierto que desde algún punto de vista pudiéramos hacer alguna comparación con cosas que han ocurrido en Venezuela…

También señaló:

…siento que hay un empeño de la clase política tradicional, de la derecha brasileña -aunque estoy rozando situaciones internas y debo hacerlo con mucho cuidado-, debo decir que de manera general es un ataque a mansalva contra el Presidente del Brasil, y eso tiene que venir de algún centro de planificación de aquí adentro del Brasil o cuidado si fuera del Brasil…

Remató diciendo “…Lula y su gobierno tienen la fuerza, voluntad, coraje disposición y capacidad de sobrepasar este y cualquier otro problema…”.

Como se señaló, diferentes circunstancias de muy diversas naturalezas imposibilitarían la materialización del proyecto conjunto original para la construcción de la refinería en Pernambuco; para la fecha, Chávez Frías informaba que ambos equipos de gobierno habían evaluado, uno por uno, los convenios existentes en materia petrolera, en la faja del Orinoco, y especialmente el de la refinería que se construiría en Pernambuco. Al respecto señaló:

…Nos informó el presidente de Petrobrás que estaban por terminar en pocas semanas alguna revisión técnica sobre la localización exacta de la refinería para que nos den luz verde definitivamente. Sería para traer petróleo, ya que le estamos ofreciendo a Brasil el campo número 1 de la Faja del Orinoco, de 27 bloques ya identificados, donde está la reserva de petróleo más grande del planeta. El proyecto que le ofrecemos a Brasil es en el Campo Cerro Uno, con cerca de 500 kilómetros cuadrados, que tiene cerca de 50 mil millones de barriles. Queremos darle prioridad a la América Latina para explotar esa inmensa riqueza petrolera…

En este orden de ideas refirió “…sueño con el día en que Lula y yo, vayamos a Pernambuco a poner la primera piedra de la refinería que nosotros vamos a construir…”.

Declaró así mismo que con Lula da Silva había abordado otro tema muy importante para Suramérica como lo era la construcción de posibles gasoductos para unir al Caribe venezolano con Brasil, habida cuenta que Venezuela es poseedora de más de la mitad de las reservas gasíferas de América Latina.

De igual modo, más allá de la agenda energética, también formaron parte de los temas revisados por los mandatarios los convenios suscritos para el financiamiento de una línea del metro, del tercer puente sobre el río Orinoco y la hidroeléctrica La Vueltosa, en el occidente venezolano.

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