30 de Agosto al 2 de Septiembre de 2000
I Cumbre de Presidentes de América del Sur
Brasilia (D.F.)
La Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur motivó el segundo viaje internacional de Hugo Chávez Frías, en esta cuarta etapa de los mismos; el cual, adicionalmente, se convierte en el cuadragésimo sexto (46°) viaje internacional, cuarto que efectuaba a la República Federativa del Brasil durante su gestión; y quinto, desde su elección en diciembre de 1998.
Brasil, se consolidaba como el destino internacional más visitado por Hugo Chávez Frías, durante el desempeño de la primera magistratura del Estado; en esta ocasión, como en la mayoría de las anteriores, desarrolló una agenda paralela al motivo principal del viaje, efectuado entre el miércoles 30 de agosto y el sábado 2 de septiembre.
Así, inició con un encuentro con su colega del Brasil, Fernando Henrique Cardoso, en el cual la temática abordada giró en torno a la integración regional.
Informaciones publicadas por las agencias noticiosas internacionales, en la víspera, reseñaban que el primer mandatario venezolano había señalado que conversaría sobre la posibilidad de una alianza entre la Comunidad Andina de Naciones y Mercosur, para que, como él mismo lo señalara, se lograra hacer un solo bloque que fuese más allá de lo económico, trascendiendo a lo político, y de ahí hacia la unión integral de las naciones suramericanas como un polo de fuerza.
Luego del encuentro con su homólogo brasileño, los días 31 agosto y 1° de septiembre participa en la Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur.
En esta histórica cita estuvieron presentes los Jefes de Estado de los doce (12) países de la región, invitados por el Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso; a saber: de Argentina, Fernando De la Rúa; Bolivia, Hugo Bánzer Suárez; Chile, Ricardo Lagos Escobar; Colombia, Andrés Pastrana Arango; Ecuador, Gustavo Noboa; Guyana, Bharrat Jagdeo; Paraguay, Luis Ángel González Macchi; Perú, Alberto Fujimori Fujimori; Surinam, Runaldo Ronald Venetiaan; Uruguay, Jorge Batlle Ibañez; y Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías.
También los presidentes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Corporación Andina de Fomento (CAF), así como observadores del senado federal y de la cámara de diputados del Congreso del Brasil, representantes del Gobierno de México, y de diversas instituciones de la arquitectura de la integración regional, a saber, Aladi, CAN, Fonplata, Parlatino, Cepal, Sela y Bladex.
Esta reunión, sin duda, marcó un hito en el proceso de integración regional, ya que fue la primera vez en la historia de América del Sur que todos los mandatarios de los países que la conforman se reunían sin la participación de actores externos.
En el encuentro los Presidentes ahí reunidos, abordaron: “… temas en los que identificaron la conveniencia de adoptar enfoques específicos suramericanos, relacionados con la geografía común de sus países: democracia; comercio; infraestructura de integración; drogas ilícitas y delitos conexos; información, conocimiento y tecnología…”.
El encuentro de Brasilia contribuyó en el fortalecimiento del proceso de integración de América del sur, creando un nuevo punto de apoyo de carácter regional.
Los resultados formales de este encuentro cimero de los mandatarios suramericanos quedaron plasmados en el llamado “Comunicado de Brasilia”, fechado el 1° de septiembre de 2000, en el cual se expresa el compromiso para impulsar acciones orientadas a la conformación de un espacio común sudamericano de democracia, paz, cooperación solidaria, integración, seguridad e infraestructura.
El Comunicado de Brasilia estuvo acompañado de tres (3) elementos complementarios, a saber: un Plan de Acción para la Integración de la Infraestructura Regional en América del Sur; en segundo lugar, una Declaración de apoyo al proceso de Paz en Colombia; y por último, una Declaración sobre Malvinas.
Puede decirse que esta Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur estuvo centrada en la creación de las bases para la integración regional.
Sin embargo, durante las primeras horas del encuentro, la atención de los dignatarios estuvo básicamente dirigida al tema colombiano y al pedido de los Estados Unidos de América a los países de la región de apoyar el plan de asistencia militar para combatir a los narcotraficantes.
Al respecto, los Presidentes sudamericanos expresaron su respaldo a los esfuerzos de paz del colombiano Andrés Pastrana Arango; sin embargo, defendieron el principio de No Intervención
El Comunicado de Brasilia, avalado por los doce (12) Presidentes suramericanos contiene, entre otros elementos, posiciones comunes en cuanto a democracia, Derechos Humanos y temas sociales; paz y seguridad, diálogo político, comercio, infraestructura de integración, drogas ilícitas y delitos conexos; información, conocimiento y tecnología; y, finalmente, la designación de puntos focales para asegurar el seguimiento de los acuerdos alcanzados, así como la implementación de los compromisos registrados en el mismo.
Otro elemento importante que surge como resultado de esta reunión es la adopción de un compromiso democrático para América del Sur, mismo que tiene precedentes, tanto en el ámbito del Mercosur (Protocolo de Ushuaia), como de la Comunidad Andina de Naciones (Compromiso de la Comunidad Andina con la Democracia).
De esta manera, se establece que serían realizadas consultas políticas en la hipótesis de amenazas de ruptura del orden democrático en los países de América del Sur, respetándose los mecanismos de carácter regional existentes, como los de la Organización de Estados Americanos o el Grupo de Rio, constituyéndose de esta manera el mantenimiento del Estado de derecho y el pleno respeto al régimen democrático, como condiciones para la participación en futuros encuentros suramericanos.
Otro importante elemento que merece ser destacado es el acuerdo para crear una Zona de Paz Suramericana, cuya construcción partiría sobre la base de la Declaración del Mercosur, Bolivia y Chile como Zona de Paz y Libre de Armas de Destrucción Masiva (1998) y del Compromiso Andino de Paz, Seguridad y Cooperación (1989).
En el tema comercial, los mandatarios suramericanos expresaron la voluntad de establecer, como una meta compartida, la formación de un espacio económico-comercial ampliado en América del Sur, dirigido hacia la liberalización progresiva del intercambio de mercancías y servicios, la facilitación de inversiones y la creación de la infraestructura necesaria; sobre la base de la articulación entre el Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones, con la participación de Chile, Guyana y Surinam.
En el área de integración comercial, los mandatarios del Mercosur y de la Comunidad Andina de Naciones, decidieron además iniciar negociaciones para el establecimiento, en el plazo más breve posible y antes de enero de 2002, de un área de libre comercio entre los dos bloques subregionales.
Por otro lado, acordaron la intensificación de las coordinaciones de las posiciones negociadoras de los países suramericanos en el contexto de la perspectiva de la conformación de la, para el momento, aún vigente iniciativa del Área de Libre Comercio de las Américas (Alca).
Una vez clausurada esta Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur, en horas de la tarde del viernes 1° de septiembre de 2000, Chávez Frías, junto a su comitiva, viajó a la ciudad brasileña de Recife en el estado de Pernambuco, para posteriormente regresar a Caracas el sábado 2 de septiembre.