8 y 9 de Marzo de 2005
París
Hugo Chávez Frías en el ejercicio constituconal de la presidencia venezolana había estado en Francia en tres ocasiones, del 26 al 27 de octubre de 1999, del 9 al 11 de octubre de 2001, y los días 15 y 16 de octubre de 2002, por lo que esta se constituía en la cuarta vez que cumplía agenda oficial en la República Francesa, oportunidad en la cual se reúne con su homólogo Jacques René Chirac, y es impulsada una comisión de alto nivel entre las dos naciones.
Las relaciones bilaterales franco-venezolanas habían estaban entrelazadas históricamente por múltiples razones desde principios del siglo XIX; las mismas se habían venido desarrollando al ritmo que imponía la cambiante coyuntura internacional durante el transcurso de los dos siglos precedentes.
Desde 1999, en las puertas del nuevo milenio, la política exterior venezolana que dirigía el presidente Chávez Frías además de sus visitas a la nación francesa también contemplaba las siguientes: Alí Rodriguez Araque, ministro de energía y minas (14 al 16 de septiembre de 1999); Mildred Camero, secretaria de Estado y presidente de la comisión interministerial contra las drogas (28 de febrero-3 de marzo de 2000); José Alejandro Rojas Ramírez, ministro de finanzas (29 y 30 de junio de 2000); general Marín Gómez, jefe del Estado Mayor del Ejército (26 al 28 de junio de 2000); Alí Rodríguez Araque, Ministro de Energía y Minas (13 de noviembre de 2000); José Vicente Rangel Vale, ministro de relaciones exteriores (22 al 24 de noviembre de 2000); Tobías Nóbrega, ministro de finanzas (4 de junio de 2003); Jesús Pérez, ministro de relaciones exteriores (julio de 2004); y Tobías Nóbrega, ministro de finanzas (julio de 2004).
2004); y Tobías Nóbrega, ministro de finanzas (julio de 2004).27 Por el lado francés, en el mismo período se contabilizaban las visitas a territorio venezolano de Jean Besson, diputado del Rhône (2 y 3 de marzo de 2000); general de división Rigot, comandante de la región militar de Martinica (12 de enero de 2000); Charles Josselin, ministro delegado de la cooperación y de la francofonía (11 al 14 de marzo de 2000); Charles Josselin, ministro delegado de la cooperación y de la francofonía (2 de febrero de 2001); François Huwart, secretario de Estado del comercio exterior (1° al 3 de julio de 2001); Jean Mendelson, director adjunto para América y el Caribe (30 julio de 2001); André Ferrand, senador de los franceses del extranjero (17 al 21 de marzo de 2002); Hubert Durand-Chastel, senador de los franceses del extranjero (25 al 28 de febrero de 2003); André Dulait, presidente de la comisión de los asuntos exteriores del senado (18 y 19 de abril de 2003); Renaud Muselier, secretario de Estado para los asuntos exteriores (2 de septiembre de 2004); Renaud Muselier, secretario de Estado para los asuntos exteriores (11 al 14 de diciembre de 2004); y Louis Duvernois, senador representante de los franceses residenciados fuera de Francia (19 al 20 de enero de 2005).
Roy Chaderton Matos, a la sazón embajador de la República Bolivariana de Venezuela en la República Francesa destacaba en torno a la balanza comercial que “…en el último año ha favorecido a Venezuela. Todavía el nivel de relaciones es modesto, pero la participación de Francia en el crecimiento del país es muy importante. Están a punto, si no lo son, en ser los primeros inversionistas…”.
Adicionalmente, el embajador Chaderton Matos se refirió a otro hecho que quizás haya pasado desapercibido por buena parte de la opinión pública pero no a los ojos del gobierno venezolano, y lo dijo en los siguientes términos: “…Francia es un país cuyas empresas no participaron en el sabotaje petrolero en el 2002 y de eso hicieron una decisión en el momento que ocurrió…”.
El alto representante diplomático venezolano acreditado en París se refirió así mismo a un anuncio del gobierno estadounidense sobre el inicio de una campaña para alertar a los países de la región latinoamericana sobre el supuesto riesgo que representaría Chávez Frías para la estabilidad del continente.
Al respecto, en declaraciones ofrecidas en la sede de la embajada venezolana en París expresó que la inestabilidad, y además la dependencia, eran originadas por la injusticia social, la pobreza, la falta de libertad de expresión y de participación política, por lo que confiaba que las políticas que adelantaba el gobierno venezolano se tradujesen en estabilidad “…a pesar de los ruidos que puedan haber en el entorno geográfico…”.
En la misma dirección agregó:
…Nosotros somos estabilizadores porque en la medida en que se atiendan los graves problemas de sociedades, como la nuestra, que tiene que ver con justicia social, con el ejercicio efectivo de la democracia, con la participación del pueblo en las elecciones, en las grandes decisiones del Estado, se podrá estabilizar más un país. Negarles a los pueblos el derecho a ejercer sus derechos sí es un factor desestabilizador, así que la fuente de desestabilización está en otra parte, no en Venezuela…
Así las cosas, en este contexto Chávez arribó a París procedente de Qatar, para cumplir con una visita de trabajo, en una gira que también lo había llevado a Uruguay y a la India.
El miércoles 9 de marzo Chávez Frías se reunía en la capital gala con representantes del grupo petrolero Total, entre ellos con su presidente Thierry Desmarest, quien estaba al frente de una inversión de cinco mil millones de dólares (U.S. $ 5.000.000.000) en los próximos siete (7) años en Venezuela, para la realización junto a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de nuevas exploraciones en la faja del Orinoco y para aumentar su presencia en el sector gasífero venezolano.
Del mismo modo, se reunión también en la capital francesa con dirigentes del banco regional Bred, del grupo Banque Populaire.
Desde el punto de vista político destaca el encuentro con su homólogo francés, Jacques Chirac, al término del cual señaló que se había decidido reactivar las reuniones de una comisión mixta de alto nivel franco-venezolana para fortalecer y agilizar aún más la relación bilateral, además agregó que la nación venezolana deseaba convertirse en un abastecedor permanente y seguro de petróleo para Francia.
El impulso de las relaciones entre Venezuela y Francia coincidía con un nuevo momento de tensión entre Caracas y Washington, desde Europa Hugo Chávez Frías denunciaba la existencia de un complot estadounidense para acabar con su vida.
Al margen de la entrevista con Chirac, que Chávez además legitimó en función de la oposición de Francia a la política unilateralista de la administración de George W. Bush, el principal motivo de su visita habría que buscarlo en el acuerdo alcanzado con la empresa francesa Total, tercera petrolera europea, que además de iniciar un plan de expansión en territorio venezolano con inversiones por valor de cinco mil millones de dólares (U.S. $ 5.000.000.000) para duplicar su producción en Venezuela de doscientos mil (200.000) a cuatrocientos mil barriles diarios (400.000 B/D), se comprometía pagar un canon más elevado en función de la nueva legislación venezolana.
Así, enmarcada en el fortalecimiento de la relación bilateral el tema energético ocupó lugar principal en la agenda desarrollada en la visita a esta nación europea que con un consumo de dos millones de barriles diarios (2.000.000 B/D) de petróleo importaba el noventa y nueve por ciento (99%) del mismo.
En relación a las amenazas estadounidenses contra la estabilidad de su gobierno y contra su propia vida, el mandatario venezolano insistió en que cualquier cosa que le llegase a suceder “…sabremos que el responsable es el presidente de Estados Unidos…”, George W. Bush, a quien acusó de dirigir una administración sin escrúpulos que era “…una verdadera amenaza para el mundo…”.
Sobre el tema puntualizó aún más de la siguiente manera “… cuando acusamos al Gobierno del señor Bush de estar amparando o preparando un intento de magnicidio es porque sabemos de lo que hablamos…”, añadiendo “…hay muchas cosas que no puedo decir por razones evidentes, no quiero quedarme sin fuentes de inteligencia…”.
Recordó que el Gobierno estadounidense había arremetido contra su gobierno sin clemencia desde hacía más de tres años porque Venezuela había decidido ser libre al darse un proyecto distinto en lo social, económico y moral.
En un encuentro con la prensa dijo que compartía con Chirac la visión pluripolar del mundo, y se refirió al resurgimiento de América Latina, en alusión a los gobiernos de izquierdas que habían venido llegando al poder en la región.
Concluyó señalando que habían llegado a Francia a decir que había una Latinoamérica que resurgía de sus entrañas, un continente que se levantaba y que se negaba a ser el patio trasero de los Estados Unidos de América.
Sobre la tendencia alcista de los precios del petróleo, que hizo que ese día el barril de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) alcanzara un récord histórico de cuarenta y nueve dólares (U.S. $ 49), dijo no ser partidario de un aumento de producción, “…la Opep no debe incrementar su producción. El precio del petróleo se está ajustando a la oferta y la demanda y a las necesidades estratégicas del planeta…”.
Argumentó la existencia de una mayor demanda que coincidía con el techo de producción de varias naciones productoras; sin embargo, acotó que Venezuela era uno de los pocos países del mundo que podía incrementar su producción incluso hasta duplicarla.