4 al 6 de Septiembre de 2009
Novena visita a Irán
(Teherán y Mashad)
La República Islámica de Irán sería nuevamente visitada por el Presidente venezolano durante los días 4, 5 y 6 de septiembre de 2009, en la que se constituiría en la novena ocasión de diez (10) en las cuales estaría en la milenaria nación persa.
Como se recordará su primer viaje a esta lo había efectuado en agosto de 2000, y sucesivamente en mayo y octubre de 2001, noviembre de 2004, julio de 2006, junio y noviembre de 2007, y en abril de 2009, exactamente cinco meses antes de esta última ocasión del mes de septiembre de este año. Posteriormente su último viaje a Irán lo efectuó en octubre de 2010.
Su arribo se produjo el viernes 4 por el Aeropuerto Internacional Meharabad de Teherán donde fue recibido, entre otras autoridades civiles y militares de ambos países, por el Ministro de Industrias y Minas, Alí Akbar Mehrabian, el director para las Américas de la cancillería iraní, Ahmad Sobhani, y el embajador de Venezuela en la nación islámica, David Velásquez, en una visita que al igual que las anteriormente efectuadas buscaba el fortalecimiento de la relación bilateral.
El mandatario venezolano fue recibido en el Palacio de Gobierno por el Presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, con quien previa ceremonia oficial de bienvenida sostuvo una reunión privada en el Salón Rectangular de la casa de gobierno, en la cual entre otros temas abordaron aspectos inherentes al desarrollo de los convenios bilaterales, entre ellos los firmados el pasado mes de abril en las áreas de energía, petróleo, agrícola, tierras, minería, y ciencia y tecnología.
En este encuentro participaron además de los embajadores de Venezuela en Irán, David Velázquez, y de Irán en Venezuela, Abdollad Zifan, los ministros del poder popular para relaciones exteriores, Nicolás Maduro Moros; para el comercio, Eduardo Samán; para la salud, Carlos Rotondaro; para la agricultura y tierras, Elias Jaua Milano; y para la ciencia, tecnología e industrias intermedias, Jesse Chacón Escamillo.
Sostuvo igualmente un encuentro en el llamado Edificio Rojo del complejo de gobierno de Teherán con el ministro de asuntos exteriores, Manouchehr Motaki, que igualmente giró en torno a la profundización de la relación bilateral.
Uno de los temas principales en la agenda temática estuvo referido al banco, y al fondo, binacional Irán-Venezuela.
Para esta inicativa ya se contaba con doscientos noventa millones de dólares (U.S. $ 290.000.000). Como se recordará, en la anterior visita del mandatario venezolano a la nación persa en abril de ese año había sido inaugurada en Teherán la sede del banco binacional venezolano-iraní y se había anunciado el inminente inicio de las operaciones del fondo único binacional.
La agenda desarrollada en estas reuniones comenzó con la revisión de los instrumentos suscritos, especialmente los referentes a energía y petróleo, la construcción de dos (2) plantas de metanol, y la participación de Irán en el Bloque Ayacucho VII.
Como se sabe, ya para ese momento entre ambas naciones existía un entramado jurídico de cooperación bilateral soportado en más de doscientos (200) acuerdos en diversas áreas.
En esta oportunidad el propio Chávez Frías expresó “…estamos en Irán iniciando el proceso para explotar campos de gas y petróleo. Irán nos ha ofrecido dos campos de petróleo y dos campos de gas, y esto abre la perspectiva hasta horizontes inimaginables…”, al tiempo que completó señalando que entre Irán y Venezuela se había configurado una red gigantesca que cada día se consolidaba más, y destacó la importancia de la transferencia tecnológica en los acuerdos suscritos.
En un contacto telefónico con Venezuela realizado desde Teherán, el sábado 5 a las dos y cincuenta y dos minutos de la tarde (2:52 p.m.) de la hora venezolana, se enlazó con el sistema de comunicaciones y sonido instalado en una concentración que se realizaba en el centro de Caracas donde el pueblo venezolano se había movilizado para manifestarse a favor de la paz y contra las operaciones estadounidenses en siete (7) bases militares en territorio colombiano.
A los presentes les señaló, a través de comunicación telefónica con el Ministro del Poder Popular para obras públicas y vivienda, Disosdado Cabello Rondón, y con la presidenta de la asamblea nacional, diputada Cilia Flores, quienes se encontraban en una tarima frente a la concentración, que durante el transcurso del día había estado muy atento a la manifestación, enviándole a todos sus felicitaciones y agradecimiento por el apoyo manifestado en las calles.
Durante esta visita Chávez Frías también sostuvo un encuentro con el líder supremo de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyyed Alí Hoseiní Jameneí, quien lo recibió en audiencia privada en horas de la mañana del domingo 6.
El encuentro entre ambos tuvo lugar en la casa del líder supremo de la revolución en la ciudad de Teherán. Como se recordará, Seyyed Alí Jameneí fue uno de los principales fundadores del Partido Republicano Islámico, con mayoría en la asamblea nacional desde la Revolución de 1979, y entró a formar parte del Consejo de la Revolución Islámica en ese mismo año.
Luego de esta audiencia Chávez Frías se trasladó al Aeropuerto Internacional de Mehrabad desde donde partió a la ciudad de Mashad, situada a unos mil kilómetros (1.000 Kms) al este de Teherán, donde su par iraní, Mahmud Ahmadineyad, presidiría la primera sesión de su nuevo consejo de ministros.275 Durante el vuelo desde Teherán hasta Mashad el Presidente venezolano reveló aspectos de su conversación con el líder espiritual del pueblo persa, el ayatolá Seyyed Alí Hoseiní Jameneí, señalando que básicamente se habían referido a la relación bilateral y a la coincidencia de la cosmovisión
. También, acotó que Irán y Venezuela eran importantes para la construcción de un nuevo mundo fundado en la fraternidad, la cooperación, la amistad y la soberanía, así como referencias de la nueva geopolítica internacional, “…al mundo no va a transformarlo el imperio (…) sino los antiimperialistas (…) y hay otros puntos de apoyo para que sigamos moviendo y transformando el mundo…”.
En Mashad se suscribieron importantes instrumentos de cooperación entre ambas naciones. En materia de salud, se logró la firma de una carta de intención entre el Ministerio del Poder Popular para la Salud de la República Bolivariana de Venezuela y el Ministerio de Salud de la República Islámica de Irán, para la realización de los estudios necesarios tendentes a determinar la factibilidad técnica, económica, financiera y social para la adquisición de insumos y medicamentos para el equipamiento de la red asistencial venezolana.
Asímismo, fue firmado un memorando de entendimiento entre el Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo de la República Bolivariana de Venezuela, y el Ministerio de Petróleo de la República Islámica de Irán para evaluar la constitución de un fondo de financiamiento de proyectos de cooperación de interés común sobre la base del intercambio de productos petroleros venezolanos por bienes, servicios, equipos y tecnologías iraníes, en áreas consideradas prioritarias por ambas partes.278 Del mismo modo, se suscribió un memorando de entendimiento para la cooperación comercial con el objetivo de impulsar las relaciones de cooperación en esta área.
Desde la ciudad santa de Mashad Hugo Chávez Frías anunció que Venezuela le vendería a Irán veinte mil barriles de gasolina diarios (20.000 B/D), en efecto señaló literalmente “…Venezuela exportará 20.000 barriles de gasolina diarios a Irán a partir de octubre, en los términos de un acuerdo por valor de 800 millones de dólares…”.
Al explicitar el tema señaló “…esta cantidad servirá (sic) se depositará en un fondo establecido en Irán y servirá para financiar la compra de equipos y de tecnología de Irán…”
Irán se constituía como el segundo mayor exportador de petróleo de la Opep. Sin embargo, paradójicamente carecía de capacidades suficientes de refinamiento por lo que tenía que importar alrededor del cuarenta por ciento (40%) de la gasolina que consumía, como consecuencia de la ilegítima Ley d’Amato, en un contexto de nuevas sanciones que contados países del llamado “mundo occidental” amenazaban con imponer a Irán por la percepción que decían poseer del programa nuclear con fines pacíficos que había venido desarrollando.
Por otra parte, Chávez Frías igualmente anunciaba que los dos países habían acordado inyectar en los próximos treinta (30) días doscientos millones de dólares (U.S. $ 200.000.000) en la banca binacional Venezuela-Irán. Mientras que, Mahmud Ahmadinejad señaló que “…Sudamérica es presa de una revolución política.
Ahí, los países no pueden soportar más intimidaciones y si alguien cree poder vencer sus convicciones con medios militares, se equivoca…”, añadiendo que “…las políticas militaristas de Estados Unidos en Sudamérica están condenadas al fracaso y yo les aconsejo que abandonen sus intimidaciones. Nosotros estaremos al lado de los países sudamericanos en todas las circunstancias…”.
Desde el mausoleo sagrado del imán Reza, en la ciudad de Mashad, Ahmadineyad, condenó la política estadounidense de instalar bases militares en suelo suramericano. Al respecto, expresó que esa acción representaba “…la política expansionista de las arrogancias mundiales (…) y aquellos que han llegado al poder con el lema del cambio, deberían demostrar ese cambio en la práctica…”, en clara alusión al nuevo habitante de la Casa Blanca.
En este punto se le oyó decir “…Yo de nuevo quiero repetir que América del Sur ahora está haciendo una Revolución de creencias y una Revolución política (…) los pueblos ya están despiertos…”.
Al término de las actividades en Mashad, se desarrolló una rueda de prensa y luego se realizó la ceremonia de despedida de Chávez Frías quien partió a la vecina Turkmenistán.
A los pocos días de esta visita, aún estando el Presidente Chávez Frías cumpliendo la gira oficial que lo estaba llevando por Estados de África, Medio Oriente, Asia y Europa, ya se producían reacciones desde Washington. El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, señalaba que los Estados Unidos esperaban que Venezuela insistiera ante Irán para que acatara las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre su programa nuclear, y al efecto añadió “…prestamos atención muy seriamente a toda clase de vínculos entre Venezuela e Irán…”, así como “…tomamos muy en serio cualquier alegato de proliferación (nuclear) en esta región…”.
Por otra parte, Robert Morgenthau, fiscal del distrito de Manhattan señalaba que planeaba actuar durante ese mes contra un gran banco comercial por supuestos vínculos “ilícitos” con Irán, especificando además que investigaba a bancos venezolanos por igual motivo.
Había señalado que creía que el Banco Internacional de Desarrollo C.A., una unidad del Banco de Desarrollo de Exportación de Irán, mantenía relaciones con bancos venezolanos y panameños para así obtener acceso al sistema financiero estadounidense.
Días antes de estas últimas amenazas, Chávez Frías aún desde Irán escribió sus acostumbradas “Líneas de Chávez”, difundidas el domingo 6 de septiembre, en las cuales señalaba que “…ante esa agresión, la respuesta no es otra que acelerar los procesos de unión como lo estamos haciendo en nuestra región, a la vez que aseguramos los procesos de acercamiento e integración de los bloques geopolíticos…”.