15 al 18 de Mayo de 2002
II Cumbre de la Unión Europea – América Latina y el Caribe (UE-ALC)
La realización de la II Cumbre de la Unión Europea–América Latina y el Caribe (UE-ALC), en Madrid, ciudad capital del Reino de España, del 16 al 18 de mayo de 2002, se constituyó en el primer destino internacional de Chávez Frías luego del golpe de Estado de abril de ese año.
El presidente del gobierno español, José María Aznar, ostentaba en ese momento la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE) por lo que ejercía de mandatario anfitrión.
Hay que recordar que alrededor de un mes antes, cuando se produjo el golpe de Estado en Venezuela los gobiernos de España y de los Estados Unidos de América se adelantaron en reconocer a los actores del efímero régimen dictatorial del empresario venezolano Pedro Carmona Estanga.
En ese contexto, el presidente Chávez Frías acude a esta cita que contaba con la participación de cuarenta y ocho (48) dignatarios europeos, latinoamericanos y caribeños.
Una vez en Madrid expresó que el retorno al orden por la inmediata reconducción del cauce democrático en un inédito fenómeno de respaldo popular a su legitimidad le había permitido viajar a Europa para participar en esta Cumbre.
Al efecto, señaló “…si Venezuela estuviera convulsionada, yo no habría podido asistir…”.
Antes del inicio del encuentro birregional sostuvo una reunión privada con José María Aznar en el Palacio de la Moncloa, por espacio de treinta y cinco (35) minutos, al término de esta no se ofrecieron datos.
La misma, como se señala se desarrolló a solas entre ambos presidentes, lo cual es inusual ya que siempre suelen estar acompañados por algún asesor o asistente.
El jueves 16 de mayo, expuso su cosmovisión en una actividad que se desarrolló en la Escuela Diplomática de Madrid.
En su intervención realizó una exposición sobre la situación venezolana durante el siglo XX y comienzos del XXI donde explicó las motivaciones y características de la Revolución Bolivariana.
Entre los presentes se encontraba el ministro portavoz del gobierno español, Pío Cabanillas Alonso.
Señaló que el despertar político de la sociedad venezolana hizo posible que de manera pacífica, sin disparar un tiro, el pueblo junto a su fuerza armada derrotara un golpe de Estado que estaba apoyado por una unión de sectores económicos y mediáticos, …hace apenas treinta y un días, (sic) de en un gesto que quedará escrito e inscrito en las páginas de nuestra historia…”.
Recordó que por primera vez en Venezuela la constitución nacional había sido producto de una consulta popular en la que habían participado todos los sectores del país.
Explicó que en la sociedad venezolana se había producido un original proceso constituyente de manera armónica y pacífica, con constituyentes electos que luego de haber redactado el texto constitucional lo sometieron a un referéndum nacional creándose un sentido de pertenencia entre la ciudadanía y su nueva carta magna.
Así, hilvanó ambas ideas con una anécdota que narró a los presentes:
… el día del Golpe yo en prisión, incomunicado por allá, un gobierno de facto, establecido, persecución, allanamientos, asesinatos, detenciones, horrible y sin embargo el pueblo, comenzó a salir. Primero en pequeños grupos y después una avalancha de pueblo, y gran parte de ese pueblo, de esas personas llevaban la Constitución, por primera vez un pueblo siente que tiene una Constitución, que eso no es un papel, una letra muerta que ahí está el proyecto de vida para ellos y para las generaciones que vienen y es impresionante ver en algunos videos, ¡lástima que no trajimos el video! Los vamos a enviar, a ver si tienen tiempo de verlos, de algunos de los hechos que ocurrieron en Venezuela, algunas imágenes, se pudieran aclarar mucho más al mundo lo que allá ocurrió. Es impresionante ver como salían miles de personas con la Constitución como arma y además se dirigían a los cuarteles a rodear los cuarteles y a exigirles a los soldados y oficiales que respetaran la Constitución y la hicieron respetar, lo que al final ocurrió…
En otro contexto, es interesante recordar que para la época se desarrollaba en la República de Panamá la segunda fase, de unos dos años de duración, de las negociaciones para la conformación de la llamada Área de Libre Comercio de las Américas (Alca).
Estas negociaciones se habían iniciado y mantenido en la ciudad de Miami por un período similar, luego de la segunda fase desarrollada en Panamá, continuaron en la ciudad de Puebla, México, hasta su implosión en Mar del Plata, Argentina, en la IV Cumbre de las Américas, el 5 de noviembre de 2005.
La digresión viene al caso porque el presidente venezolano en su exposición en la Academia Diplomática de Madrid se refirió al tema y le contrapuso la idea de la creación de una unión latinoamericana y caribeña.
Un poco más de nueve (9) años más tarde, el 3 de diciembre de 2011, se constituía en Caracas, Venezuela, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y en mayo de ese mismo año los doce (12) países suramericanos adoptaron el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones del Sur (Unasur).
Al efecto el presidente venezolano señalaría:
…si no queremos que el Alca se convierta en un modelo de integración desintegradora, nosotros proponemos que rumbo al Alca demos prioridades en Sudamérica, a la conformación de la unión Latinoamericana Caribeña, vieja consigna de Bolívar, y no solo de Bolívar, también de San Martín y muchos otros pensadores y luchadores de nuestra América…
De esta II Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, surgiría la llamada “Declaración Política. Compromiso de Madrid”, de fecha 17 de mayo de 2002, mediante la cual los líderes de ambas regiones recogen, en treinta y tres (33) puntos, diferentes aspectos de la coyuntura internacional.
Entre ellos el compromiso de reforzar los mecanismos de cooperación política, jurídica y operativa contra el terrorismo “en todas sus formas y manifestaciones”.
Hacen especial referencia al rechazo a las reiteradas violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional en Colombia cometidas por “grupos al margen de la ley”, para de esta manera sin nombrar a ninguno de los actores del conflicto referirse tanto a los movimientos guerrilleros como a los paramilitares.
En síntesis, la “Declaración Política. Compromiso de Madrid” recoge compromisos en los ámbitos políticos y económicos.
En el ámbito político figuran, entre otros, avanzar en la asociación estratégica birregional basada en la Declaración y el Plan de Acción adoptados en la primera cumbre que tuvo lugar en Río de Janeiro, en junio de 1999.
Del mismo modo, reforzar las instituciones democráticas, y procurar la adhesión universal al Estatuto de Roma que establece La Corte Penal Internacional.
Trabajar conjuntamente en la aplicación de los compromisos de la Declaración y del Programa de Acción de Durban, adoptados en la conferencia mundial de 2001, para la erradicación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia relacionada con ellos.
Así mismo, alienta a Guatemala y Belice a la búsqueda de una solución pacífica, honorable y definitiva en su diferendo territorial, mediante un proceso de conciliación auspiciado por la OEA.
Se formula un llamado a los actores partes de la crisis política en Haití para crear las condiciones democráticas que posibilitasen una pronta reanudación de la cooperación de la comunidad internacional.
En el ámbito económico expresan su satisfacción por la conclusión de las negociaciones del acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Chile, que se sumaba al ya existente entre la Unión Europea y México.
Se enfatiza el compromiso con las negociaciones que estaban en curso entre la UE y Mercosur, refiriéndose a los adelantos de los capítulos político, institucional y de cooperación, así como a los progresos alcanzados en los temas comerciales.
Alentaron la decisión de los Estados del Caribe de iniciar formalmente, en septiembre de 2002, las negociaciones del acuerdo de asociación económica con la Unión Europea, en el marco del Acuerdo de Cotonú.
De igual modo se pronunciaron favorablemente por las iniciativas de negociación de acuerdos políticos y de cooperación entre la UE y Centroamérica y entre la UE y la Comunidad Andina, con el fin ulterior de la construcción de áreas de libre comercio.
El presidente venezolano cuestionó con severidad no sólo los mecanismos y prácticas utilizadas sino también las propias cumbres Unión Europea-América Latina y Caribe, de las cuales dijo que “no sirven para nada” y que eran “un callejón sin salida”.
En una rueda de prensa desde la Embajada de Venezuela en el Reino de España, sostuvo que en esta II Cumbre Unión Europea América Latina y el Caribe celebrada en Madrid, no se habían realizado debates en profundidad.
Señaló la imperiosa necesidad de redefinir este tipo de cumbres con vistas a optimizar sus resultados, indicando que se estaba en un laberinto sin salida en cuanto a la urgencia de solución a los problemas socioeconómicos de Latinoamérica.
Indicó además sobre los resultados, acuerdos y trabajos, que se marchaba lento y mal, puntualizando que los gobernantes “vamos de cumbre en cumbre y nuestros pueblos de abismo en abismo”.
En relación a la declaración final aprobada, se preguntó “¿Qué soluciones concretas hubo ayer, por ejemplo?”.
A título comparativo mencionó que en la Declaración del Milenio se abogó contra la pobreza, pero a dos años ésta continuaba creciendo.
Recordó sobre el tema de la asociación estratégica birregional que a pesar que la misma había sido destacada como una necesidad en la I Cumbre UE-América Latina y Caribe, celebrada en Río de Janeiro en 1999, ahora apenas quedaba reducida a unos párrafos sin siquiera un debate ni intercambio de criterios a profundidad.
También cuestionó que tampoco se abordara el tema del Área de Libre Comercio de las Américas (Alca).
Con anterioridad a estas declaraciones, ya Chávez Frías se había incluso rehusado a participar en la reunión entre la UE y la CAN, al considerarla ineficaz.
De hecho, en la práctica no se había concretado ningún acuerdo para el establecimiento de un pacto entre América Latina y Europa.
Por su parte, la UE había rechazado la intención de la República del Perú para la negociación de un pacto comercial bilateral.
El grupo europeo planteaba negociar un acuerdo político y de cooperación entre la CAN y la UE como un acuerdo de asociación “viable” para un área de libre comercio.
Sobre el tema, el presidente español, afirmó que aún no estaban dadas las condiciones para negociar un acuerdo comercial con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) debido a problemas tarifarios que afectaban los intercambios dentro del bloque.
Estuvo presente el malestar por el unilateralismo y el proteccionismo estadounidense el cual fue cuestionado, entre otros, por el presidente francés, Jacques Chirac.
La comunidad internacional cuestionaba medidas tales como la Ley Helms-Burton contra las inversiones en Cuba, y los nuevos aranceles impuestos por los estadounidenses a las importaciones de acero, madera y otros productos agrícolas.
Así mismo, el retiro de los Estados Unidos de América del estatuto que creaba el Tribunal Penal Internacional, y la negativa de su presidente George W. Bush de firmar el Protocolo de Kioto, fueron otros dos aspectos que se sumaron a la ya incómoda atmósfera.