26 de Noviembre de 2010
Visita de Estado
(Paramaribo)
A la República de Surinam Hugo Rafael Chávez Frías llegó por vez primera el 25 noviembre de 2000.
Exactamente una década después volvería a visitar a esta nación, también integrante de Unasur, el viernes 26 de noviembre de 2010, en un breve viaje que realizó procedente de Georgetown, capital de la República Cooperativa de Guyana, donde precisamente había participado en la IV Cumbre de este bloque regional suramericano.
Así, aproximadamente a las seis y veintidós minutos de la tarde (6:22 p.m.) de la hora local venezolana, en atención a una invitación que le fuera formulada por el Presidente surinamés Dési Bouterse, el Jefe de Estado venezolano arribaba al Aeropuerto Internacional Johan Adolf Pengel, de la ciudad de Paramaribo, capital de Surinam, en visita de Estado.
Luego de los honores correspondientes, fue trasladado a la sede del palacio de gobierno, donde sostuvo una reunión ampliada con el Presidente surinamés cuya nación, precisamente el día anterior había arribado a su trigésimo quinto (35°) Aniversario de Independencia del Reino de los Países Bajos, y se encontraba en el marco de las actividades conmemorativas a la efeméride a las cuales se incorporó el mandatario venezolano.
En el palacio de gobierno, primeramente sostuvieron una reunión privada en la cual intercambiaron impresiones conducentes a reforzar los lazos bilaterales, y posteriormente, las delegaciones de los dos países se incorporaron para un encuentro ampliado.
En el aspecto bilateral, históricamente, a pesar de la cercanía geográfica, ambas naciones no habían desarrollado vínculos estrechos, entre otras razones porque la nación surinamés recién había advenido a la vida como república independiente en 1975.
No es sino hasta la asunción de Dési Bouterse como Presidente, el 12 de agosto de 2010, acto al cual asistió el canciller venezolano Nicolás Maduro Moros, que las relaciones bilaterales se comenzarían a dinamizar.
Esta dinámica adquiría mayor impulso con la visita de Estado que realizaba Chávez Frías a esta nación, abriendo nuevos espacios para el amplio espectro de la relación bilateral e incluso en la coordinación de acciones de política exterior.
Ambos gobiernos ya adelantaban consideraciones sobre la posible construcción de un gasoducto binacional, y acciones en defensa de la Amazonía.
Asimismo, las conversaciones pasaban por la creación de PDV Caribe en Surinam y, en general, por la construcción de un plan de impulso y dinamización de la relación.
De hecho, además del acercamiento bilateral, la joven nación surinamesa se había incorporado plenamente a iniciativas tales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la cual ya era miembro pleno, así como al Acuerdo Energético de Petrocaribe.
Además, en un contexto más amplio igualmente estaba plenamente incorporada a la Comunidad del Caribe (Caricom), al Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), la Asociación de Estados Caribeños (AEC), el grupo África-Caribe-Pacífico, y al Grupo de Río (G-Río).
Con este telón de fondo, en esta oportunidad fueron suscritos cuatro (4) convenios de amistad y colaboración, los cuales fueron calificados por Chávez Frías como un mapa inicial de la integración Surinam-Venezuela, e incluía un convenio para estudios agrícolas en el cultivo de arroz, financiamiento a diversos proyectos, y suministro de energía a través de Petrocaribe en condiciones especiales de financiamiento.
Sobre la nueva fase de la relación bilateral, el mandatario venezolano indicó que en doscientos (200) años de vida republicana de Venezuela, y cien (100) años como productor de petróleo, nunca se había mirado hacia Surinam.
En relación a las condiciones especiales de financiamiento, establecidas en el Acuerdo de Petrocaribe, destacó que a través de las mismas se protegían a los pueblos del natural incremento de precios de la energía, vaticinando que en el caso del precio del barril del crudo éste se enrumbaría mundialmente hacia los cien dólares (U.S. $ 100).
Finalmente, al invocar la necesidad de la unidad como elemento indispensable para la libertad e independencia, le expresó a Bouterse y a los presentes que “…para lograr la independencia plena no basta que sea política, nada más, sino también económica, científica y tecnológica…”.